-¿Qué dijiste?-me pregunto mi hermano mientras fruncía el ceño.
-Nada.- respondí volviendo mí mirada al chico de ojos azules. Peter estaba observándome con ojos penetrantes, su mirada tan fría hiso que mi corazón aleteara rápidamente y que mi estomago se revolviera a tal punto de querer vomitar la barrita de chocolate que había desayunado. Ese chico sí que sabía cómo ponerte nerviosa.
-¿Cómo llegaste al colegio?-dijo mientras una risa se escapaba de sus labios. Por unos segundos olvide que Peter estaba ahí y le sonreí a mi hermano.
-Eres un tonto, ¿Cómo fuiste capaz de dejarme?-dije dándole un golpe no demasiado fuerte en su brazo.- Tuve que tomar el bus.-le dije fingiendo estar enojada. El lanzo una carcajada.
-Lo siento hermanita, pero te tardas demasiado.-iba a protestar, pero una voz me interrumpió.
-¿Es tu hermana?-no trato de disimular el disgusto en su tono de voz.
-Sí, esta enana es mi hermana.-dijo Alec jalándome en un abrazo mientras despeinaba mi cabello violentamente.- Annasophia.- volvió a decir mientras una sonrisa maliciosa se esparcía por su rostro, sabía cuánto odiaba que la gente supiera mi nombre completo.
-Anna.- corregí con un gruñido. Alec rio y me soltó.
Peter nos miraba inexpresivo, como si no quisiera decir mucho con su mirada, aunque ambos sabíamos que escondía algo detrás de esos ojos tan fríos.
-Este es Peter, el capitán del equipo de futbol americano.-me informo mi hermano.
-Sí, ya lo sabía.-dije a regañadientes mientras mantenía mis ojos fijos en los de Peter. Sentí a mi hermano removerse incomodo en el momento en que Peter soltó una sonrisa de desprecio hacia mí.
-¿Ya se conocían?-dijo mi hermano confundido mientras alzaba sus cejas.
-Sí, ya tuve la dicha de conocer a tu encantadora hermana.-dijo con ironía. Yo no pude evitar rodar los ojos.
-Peter.- Ryan apareció de la nada al lado del demonio.- El entrenador Jones quiere vernos, hay que reunir a todo el equipo.-le dijo al chico de ojos azules mientras le palmeaba el hombro. Peter que todavía tenía sus ojos en mí, sonrió y asintió con la cabeza.
-Si me disculpan, el deber me llama.- sonrió a mi hermano para luego darme una pequeña mirada mientras fruncía los labios.
-El deber de ser estúpido.-dije para mí misma cuando el ya se había ido.
-¿Qué?-dijo mi hermano mientras me fruncía el ceño.
-Nada.-dije restándole importancia con la mano, para luego buscar a los chicos con la mirada.
-Realmente tienes que dejar de pensar las cosas en voz alta.-me reprocho Alec.- Es estresante.
-Lo que sea.-dije mientras le rodaba los ojos juguetonamente.- ¿Qué hacías hablando con el de todos modos?-dije curiosa.
-Me lo encontré por casualidad y supe que era el capitán del equipo así que le hice unas preguntas sobre las pruebas de mañana y eso.-dijo mi hermano encogiéndose de hombros.
-¿Vas a hacer las pruebas al final?-dije sorprendida. No pensé que se animara.
-Claro que si.-dijo sonriendo.
Okay, definitivamente mi hermano era la persona más bipolar del planeta. Un día estaba que lloraba por la novia que dejo en Tennessee, y al otro dia estaba como si nada.
ESTÁS LEYENDO
Mi gran apuesta ➳ Sin editar
Teen FictionAnnasophia Williams perdió a su madre hace solo 9 meses, su padre en un acto desesperado por empezar de nuevo decide pedir una transferencia al hospital en Denver, donde Anna entra a South High para cursar su último año junto a su hermano Alec. Todo...