Tras una larga esterilidad un rey y su reina tienen una hija. Invitan a un festejo en honor de la niña a varias hadas o damas que mediante encantamientos le otorgan dones positivos. Pero entonces irrumpe una dama o hada que olvidaron invitar y, ofendida, sentencia que el día que la niña cumpla quince -o dieciséis- años se pinchará el dedo con un huso y morirá. Pero una de las hadas o damas invitadas que todavía no había otorgado su don a la princesa mitiga esa maldición: la princesa se pinchará el dedo con un huso, pero en vez de morir dormirá un siglo.
En vano el rey prohíbe todos los husos en su reino y los manda quemar todos: al cumplir la edad indicada la princesa, curioseando en una torre del castillo, encuentra una viejecita que hila con un huso, la muchacha lo toma, se pincha el dedo y cae dormida. El sueño se expande a todos los habitantes del castillo, y este es ocultado por una espesa vegetación.
Cien años después un príncipe escucha la historia de la bella durmiente y se dirige al castillo con intención de despertarla. La vegetación le abre paso. Cuando llega al castillo encuentra a la princesa dormida y queda cautivado por su belleza. En ese momento ella y todos los habitantes del castillo despiertan, y posteriormente el príncipe y la princesa se casan.
Una vez casados los dos jóvenes, el príncipe vuelve a su reino. Allí no revela a sus padres lo sucedido con la princesa, pues teme que su madre, de quien se dice que es en parte ogra, atente contra su esposa y los hijos que eventualmente tendrá con ella. Estos finalmente son dos: una niña a la que llaman Aurora, y un niño al que llaman Día.
Cuando el rey muere, el príncipe hereda la corona y trae al reino a su esposa e hijos. Allí son bien recibidos por todos, menos por la reina madre.
Un día el rey debe ausentarse y su familia queda en palacio. Entonces la reina madre ordena al cocinero matar a Aurora y cocinarla para comerla. Pero el cocinero hace que su esposa oculte a la niña y en vez de a Aurora cocina un cordero, que la reina madre come convencida de que es su propia nieta. Lo mismo se repite con el príncipe Día y con la reina consorte (quien antes fuera la bella durmiente): todos son escondidos de la ogra en casa del cocinero. Pero finalmente la ogra pasa cerca de la casa y oye la risa de los niños. Percatada del engaño ordena disponer una gran olla y meter en ella serpientes, sapos y todo tipo de criaturas asquerosas y letales. Su intención es después meter allí a la reina, el cocinero, su esposa y los niños.
Cuando se dispone a ejecutar esta sentencia, llega el rey, al verlo, la ogra se lanza a la olla y es devorada por todas las alimañas que hay dentro. El rey libera a su esposa e hijos y al cocinero y su mujer, condecora a estos últimos por proteger a su familia y todos viven felices para siempre.
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Destruyendo Infancias
RandomDesde pequeños hemos escuchado o visto diversos cuentos y películas basadas en historias de hadas, aunque bastante suavizados con respecto a la versión real de sus autores. Estos cuentos no son solo fantasía, sino que varios de ellos realmente ocur...