Pulgarsito

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En la primera historia, de nombre Pulgarcito, una pareja de campesinos sin hijos desea tener uno, y pide en voz alta que quieren tener un hijo «sin importar cómo sea de pequeño». Siete meses más tarde la mujer tiene un bebé que «no es más grande que un pulgar», y por ello deciden llamarle Pulgarcito. Era una «criatura ágil y sabia». Pulgarcito intenta ayudar a sus padres en todas las tareas, así que un día pregunta a su padre si puede conducir su caballo hasta donde trabaja éste, sentándose en su oído y dirigiéndolo así, dándole indicaciones. Pulgarcito lleva a cabo dicha tarea. Dos hombres, extrañados, ven pasar al caballo mientras es conducido por voces escandalosas y, cuando descubren que la voz pertenece a una persona que se sienta en el oído del caballo, preguntan al campesino si pueden comprarle a Pulgarcito para hacer una fortuna con las exhibiciones del pequeño ser. Pulgarcito convence al campesino de que tome el dinero que los hombres le ofrecen y se va con ellos sentándose en el borde del sombrero de uno de los hombres. Poco después, Pulgarcito consigue engañar a los hombres para que lo bajen y se oculta en un agujero de ratón.

Más adelante se cuentan diferentes escenas, como la noche en la que intenta dormir en una caseta de caracol, pero es despertado por el ruido de ladrones que planean robar la casa de un pastor. Pulgarcito grita y se ofrece para ayudarles a robar la casa, entrando él mientras los ladrones esperan afuera a que Pulgarcito saque los objetos de la casa. Los ladrones acceden a la propuesta y lo llevan a la casa del pastor. Pulgarcito arma un gran jaleo dentro de la casa, fingiendo que está ayudando a los ladrones una vez dentro. Pulgarcito despierta a los que dormían en el piso superior con preguntas dirigidas a los ladrones tales como ¿Qué queréis?, ¿Lo queréis todo?, haciendo muy obvio el hecho de que allí se estaba cometiendo un robo. Una criada se despierta y asustada por los ladrones, pero no ve a Pulgarcito. Pulgarcito consigue al fin dormir bien sobre heno. Pero la criada, ya de mañana, da de comer el heno a la vaca, sin saber que allí estaba Pulgarcito. Pulgarcito grita dentro del estómago de la vaca, pero el pastor piensa que un «espíritu malvado» se había apoderado de la vaca, y la sacrifica. El estómago de la vaca es depositado en un montón de despojos y un lobo se lo come. Ahora, Pulgarcito está dentro del lobo y, así, persuade al lobo para que lo lleve hasta la casa de sus padres pretendiendo hacerle creer que podrá comerse todo lo que encuentre allí. Sus padres matan al lobo para sacar a Pulgarcito y prometieron no volver a venderlo nunca más, ni «por todas las riquezas del mundo». Ellos le proporcionan alimento y bebidas

Los viajes de PulgarcitoEditar

Los viajes de Pulgarcito, Las andanzas de Pulgarcito, Las correrías de Pulgarcito o Las aventuras de Pulgarcito (Daumerlings Wanderschaft) es el título de la segunda historia. En ella, Pulgarcito es el único hijo (del tamaño de un pulgar) de un sastre. Pulgarcito se hizo al mundo para buscar su fortuna. Antes de salir, toma una última comida que le prepara su madre y una aguja como espada de su padre. El vapor de la olla de la comida arrastra a Pulgarcito por la chimenea lejos de su hogar. El pequeño va a parar a la casa de un artesano que busca que Pulgarcito sea su aprendiz, pero el alimento que toma en la casa no es de su agrado. En busca de un alimento mejor, en la cocina, la sirvienta de la casa lo persigue sobre una mesa y con un paño de cocina para atraparlo como a un insecto. Lo echa de la casa.

En el bosque, Pulgarcito es encontrado por una banda de ladrones que lo reclutan para que les ayude a robar el tesoro del rey. Pasando desapercibido de los centinelas, Pulgarcito comienza a tirar monedas por la ventana de la sala del tesoro a los ladrones. Este hecho alerta al rey y a sus guardias, que al no encontrar al ladrón que les está robando no están seguros de creer si realmente les están robando. Pulgarcito se mofa de ellos mientras le persiguen, como a un intruso invisible, por la sala del tesoro. Monta sobre la última moneda y escapa. Los ladrones le ofrecen hacerle el capitán de la banda, pero él desiste.

Pulgarcito acepta un empleo como criado en un mesón, pero molesta a las criadas porque las vigila en secreto y cuenta al mesonero cuando le roban comida en el sótano. Para vengarse, una criada lo echa en un remiendo y se lo lleva para alimentar a las vacas con él entre la hierba. Pulgarcito es devorado por una vaca (de nuevo) e intenta captar la atención del mesonero gritando desde dentro del animal. Matan a la vaca y, aunque Pulgarcito intenta escapar de las entrañas, termina dentro de una morcilla. La criada corta la morcilla en rebanadas y Pulgarcito escapa salvando de nuevo su vida.

Resumiendo el viaje, Pulgarcito queda atrapado, encajado en un madero, pero escapa enganchándose del buche de un zorro. Pulgarcito convence al zorro de que lo saque, monta al animal y, de nuevo, va a casa de su padre de esta forma, explorando el mundo. Su padre se alegra mucho de verle y da de comer, le deja cazar, al zorro unos pollos de corral, porque «él querría seguramente a su hijo más que a las aves del corral».

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