❝TWELVE SCHOOL❞ ;; EXO

➵ 018.

Capítulo XVIII. ❝Haré que olvides a Minho-hyung. ❞ 

Salí corriendo tras Tao y lo seguí hasta el gimnasio del instituto, observe como se sentaba entre las gradas y ponía su cabeza entre sus piernas.

Me acerque despacio y me senté a un lado suyo.

—Tao —dije mientras trataba de hacer que me mirara.
—Soo Mi... —aun con la cabeza abajo.
—Dime.
—¿Hay alguien que te guste? —levanto su cabeza y me miro a los ojos.

Sentí como mis ojos se abrieron.

—Tao... yo...

—Si tú me lo dices, yo te digo quien me gusta —sonrió.

—Existe alguien —dije un poco pensativa—, pero trato de no recordarlo mucho, ya que me él ya me rechazo una vez —miré hacia otra parte.
—¿Existe alguien que podría rechazarte? —con una expresión de tristeza y enojo en su rostro.
—No soy ninguna maravilla mundial, ni ninguna Miss Universo, así que existen muchas personas que pueden hacerlo...
—Dímelo, quiero saberlo...
—El está un año arriba. 
—Un hyung —dijo sorprendido.
—Sí, su nombre es Minho, yo estoy en este Instituto solo por él, me esforcé en entrar aquí solo por él.
—¿Aun así el te rechazo? ¿Cómo él podría rechazarte? ¿Acaso es el tonto?
—Nada de eso —sonreí—. El es muy atractivo, así que podría tener a quien quisiera, supongo que no fui lo suficientemente buena... —lancé un suspiro mientras la cara de Luhan pasaba por mi mente.
—Soo Mi eres muy bonita, eres inteligente, amble y siempre tienes una sonrisa en el rostro, ¿qué clase de chico no querría estar contigo?

Por alguna razón las palabras de Tao hicieron que mis ojos se pusieran lloroso, sonreí, y mis lágrimas cayeron.

Tao limpiaba constantemente mis lágrimas y me abraza fuertemente.

—Soo Mi, tú me gustas... y desde ahora me fijare una meta —se separo un poco de mí y me mira a los ojos—. Yo haré que olvides a Minho–hyung, haré que lo olvides por completo, y poco a poco comiences a enamorarte de mí —sonrío—, así que ahora puedes estar tranquila, yo te protegeré.

Las palabras de Tao hicieron que mi piel se erizara, sentí un montón de emociones, quería llorar, sonreír, gritar, brincar, era la primera vez que alguien me decía eso, estaba muy agradecida por la confesión de Tao, pero, solo pude sonreír.

Unos pasos se escucharon en el gimnasio y Tao me soltó rápidamente tornándose de un tono rojo.

—Las campanas ya han sonado —dijo Kris serio.
—S–sí —Tao respondió nervioso.
—¿Puedes adelantarte Tao? —Kris lo miro fijo.

No había nadie que no respetara a Kris, Kris estaba al mando de todo EXO, seguido por Suho.

—Sí —Tao se levanto, me miro una vez más, sonrió y se retiro a paso lento.
—¿Estaría bien que llegarás tarde a clase? —me pregunto Kris.
—No estaría bien —dije mientras me levantaba y sacudía mi falta.
—¿Te vas? —me sujeto del brazo.
—Kris, podemos hablar a la hora de salida, ya tuve suficiente con lo hoy en la mañana...
—Tenemos ensayo hoy, y estarán todos los chicos, no habrá tiempo para eso.
—¿Es tan importante? —dije algo molesta.
—Kai, Chanyeol, Tao... Luhan... ¿qué hay de ellos? —me apretó un poco el brazo.
—Kris me lastimas —dije exagerando.
—¿Corresponderás a alguno de ellos? —me miraba fijamente— ¿Por qué no le dijiste a Tao de Luhan?
—No creo que sea lo correcto, ahora suéltame —yo me tironeaba para soltarme. 
—Soo Min—dijo Kris mientras me miraba dulcemente.

En ese momento Kris me jalo hacia su pecho y me abrazo fuertemente.

—¿K–kris...? —dije totalmente desconcertada. 
—Solo necesito un momento, prometo controlar mis sentimientos.

Terminando de decir esto me abrazo más fuerte, sentía que mi respiración se iba, no por la fuerza del abrazo, si no por el olor del perfume de Kris, su pecho ancho y sus brazos fuertes me rodeaban, me sentía muy avergonzada, pero no sentía la necesidad de quitar a Kris, por alguna razón, también me quería mantener así.

Después de unos cuantos minutos Kris me soltó lentamente, me miro fijo y camino dejándome atrás.

Me quede allí parada y me deje caer en cuclillas, sentía que el corazón se me salía, las manos me temblaban y en mi uniforme quedaban restos del perfume de Kris.

Decidí tomarme una clase libre antes de volver, estaba demasiado nerviosa como para volver justo ahora al salón, sabiendo cómo eran los chicos.