➵ 031.

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Capítulo XXXI.


Hoy como todos los jueves, tocaba el aseo del salón, cada vez que pasaba eso, Suho pedía a los chicos adelantarse, aunque ellos normalmente se negaban, pero hoy era la excepción.

—Soo Mi —dijo Suho tocando mi hombro—. Lo siento, hoy no podre quedarme a recoger el salón, lo siento, sé que es mi responsabilidad como delegado del grupo, en verdad lo siento.

—No te preocupes —sonreí—. No es un trabajo tan laborioso.

—En serio lo siento —dijo con cara de preocupación—, mi padre quiere que asista a una reunión de su empresa, ahora mismo están afuera esperando por mí.

—En serio, no te preocupes —y sonreí de nuevo—. Entiendo la situación.

—¿Está bien que vuelvas a casa sola? Juro que te recompensare... ¿Te parece bien una comida?

Reí.

—Ya te dije que está bien, aunque una cena no estaría mal —bromee.

—Muy bien una cena será —sonrío—. No te arrepientas —dijo mientras salía del salón y me señalaba con su dedo índice.

—Era sola una broma... —me dije a mi misma.



Después de dejar limpio el salón, me dirigí a sala de maestros a entregar, borrador, plumones para pintarrón y las llaves del mismo. Al salir de allí me percate que había olvidado mi mochila.

—¿Qué me pasa? En verdad... —suspiré.

Volví al salón a buscarla, al pasar por el corredor se escuchaba una melodía al piano, tan armoniosa que sentí como mi cuerpo era atraído hacia ella, como si flotará hacia el lugar de donde provenía.

Al llegar al lugar, vi una silueta conocida, el sol no me permitía ver quién era, dado que solo hacia ver a aquella persona como una sombra, pero después de escuchar su voz de inmediato supe de quien se trataba.

Lay se encontraba muy concentrado tocando el piano y cantando al mismo tiempo, tanto que no se percato que llevaba rato observándolo, la canción no me parecía para nada familiar, ¿será su próximo éxito? pensé.

Quería ver esa parte Lay que no conocía, así que trate de acercarme un poco más. Camine un poco y choque contra una estatuilla metálica, lo que hizo que Lay de distrajera y cortará de golpe con la canción.

—Ho–hola —dije moviendo ligeramente mi mano apenada.

—¡Oh! ¡Hola! —dijo como si nada hubiese sucedido.

—Creí que todos habían vuelto a casa, puesto que mañana tenemos un gran trabajo que entregar.

—¿Cuál trabajo? —pregunto preocupado.

Fruncí el ceño mientras sonreía.

—¡Yixing! —reí—. El trabajo de Historia contemporánea.

—¡Ah! —exclamo aliviado—. Lo hice el fin de semana, ya que pensé que se entregaría el lunes.

—Típico de ti —reí—, yo también lo hice el fin de semana... pero solo por prevención...

Él asintió con la cabeza.

—La canción que tocabas hace un momento... ¿será la nueva que use EXO?

❝TWELVE SCHOOL❞ ;; EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora