☁ 최종 06. ☁

780 60 0
                                    

➥ Huang Zi Tao

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

➥ Huang Zi Tao.

La playa siempre ha sido cálida, incluso en invierno, o al menos para mí.
Son las 8 con 10 minutos, se supone que hace 70 minutos ella debió haber llegado, podría haber esperado hasta las 7:20, inclusive 7:40.

¿A quién engaño? Si yo me hubiera rendido, ya no estaría aquí... De todas formas siempre vengo solo a la playa, porque me gusta caminar por allí.

Me senté en la arena, un poco lejos del mar, para no mojarme, ya que hoy es un día frío, hale mis rodillas hacia mi pecho y las rodee con mis brazos. El atardecer ya había pasado hace unas dos horas. 

Justo ahora no sé que estoy esperando.

8:12 

Ella en definitiva no vendrá, ya es demasiado tarde, que digo demasiado... mucho más que demasiado. Saque mi cámara y comencé a tomarle fotos a todo lo que me encontraba, conchas, arena, sillas, chozas. 

¿Qué es esto? pensé mientras me llevaba la mano a la cara. 

Lágrimas habían comenzado a correr por mis mejillas sin darme cuenta, el corazón me dolía, ella no había mantenido su vista en mi, ella había mirado hacia otra parte todo este tiempo, yo lo sabía bien, pero no quería aceptarlo. Estaba enamorado de ella y su amor no me correspondía, nunca había sentido tanta envidia de nadie, como ahora la sentía de Luhan. 

¿Qué había de especial en él? Claro que es guapo... pero... A quien engaño, un montón de chicas se mueren por él en el instituto, inclusive de grados mayores... El panda romántico estilo A-B no había dejado ni la más mínima impresión en Soo Mi.

Me levante y me sacudí un poco. 

Es hora de irme, seque mis lagrimas, me gire hacia las escaleras para subir de nuevo al concreto, pero algo se cruzo en mi vista.

—Ho-hola —dijo tratando de tomar aire.
—Viniste —sonreí.

Las lagrimas que había borrado, de nuevo comenzaron a caer, esta vez quería ocultarlas pero no dejaban de brotar de mis ojos, como margaritas. Baje la cabeza y cubrí mi rostro con una mano.

—Yo... —dijo ella sonando preocupada—. El metro salió a las 7:30 de la estación... es por eso que he llegado tan tarde... En verdad lo siento —e hizo una inclinación de noventa grados.

—Gracias... —dije con voz cortada mientras la miraba.

Ella se levanto lentamente después de oír esto. Me acerque a ella y la jale contra mi pecho.

—Nunca más dejes de mirarme —dije aún llorando.

➥  Soo Mi.

❝¿Sigues observándome? Te dije que solo me mirarás a mí... No sé si mis esfuerzos han dado resultado... En verdad quiero comprobarlo... ¿fui lo suficientemente bueno? ¿Te hice sentir mejor aunque fuera un poco en algún momento? En verdad siempre me lo pregunto... Si es que cumplí mi meta por favor asiste a la playa de Eurwangri, te esperaré en la zona sur, bajo las escaleras, 25 de diciembre, 7 pm. Tao. Kung Fu Panda, estilo A–B.❞

No podía dejar de leer una y otra vez la carta de Tao, todas sus palabras, sonaban tan cursis, pero le creía, porque al venir de él parecían tan sinceras. No importaba si dijera las frases típicas ❝ eres el amor de mi vida ❞ ó ❝te amaré por siempre ❞ estaba segura que si él las decía, serían verdad. Es por eso que lo escogí, es por eso que justo ahora corro hacia la estación del metro... la playa está a unos 30 o 35 minutos de Seúl... Llegaré como mínimo a las 8:20.

¿Pero que estoy haciendo? Es obvio que Tao no estará allí, 8:20, 8:20, es mucho tiempo de retraso... ¿Por qué habría de esperarme? Me odio, odio esto, pensaba una y otra vez, aun con este pensamiento subí al metro y espere ansiosa hasta que llegará a la estación. Cuando finalmente llego, baje del metro corriendo y no deje de correr hasta ver la playa cerca. Baje por las escaleras lo más rápido que pude hasta tocar con mis botines la arena y entonces lo ví.

—Ho-hola —dije tratando de tomar aire.
—Viniste —sonrió.

Los ojos de Tao se empezaron a inundar, por lo que rápidamente bajo cubrió su rostro. Un nudo en mi garganta se formo.

—Yo... —dije preocupada— El metro salió a las 7:30 de la estación... es por eso que he llegado tan tarde... En verdad lo siento —hice una inclinación de 90 grados.

Lo que acababa de decir, no era más que una excusa, ¿cómo había podido ser tan cruel? Lo había hecho esperar demasiado... y él a pesar de eso se encontraba aquí. Me sentía indigna.

—Gracias... —dijo él con voz temblorosa haciendo que mi mente se quedará en blanco.

Me levanté lentamente, me dolía el pecho, yo había llegado tarde y él aún me agradecía, me sentía fatal. Se acerco a mí y con un brazo me jaló hacia su pecho, después me apretó con ambos y me susurro aun llorando "nunca más dejes de mirarme".

—No lo haré —respondí mientras lo abrazaba con fuerza.

Nos quedamos un largo tiempo así, pareciera como si ninguno de los dos quisiera soltarse del otro.

Cuando finalmente Tao tuvo el valor de despegarme de él, me miro fijo, sus ojos estaban hinchados, lo que me causo un poco de risa.

—¿Por qué te ríes? —dijo haciendo pucheros.
—Tus ojos están hinchados —dije limpiando los últimos restos de lagrimas.

Tao se despego de mi, tomo una barita que había tirada en la playa, se acerco un poco al mar y escribió en la arena "8:21" Sentí un cuchillo en mi pecho.

—¿Por qué escribes algo así? —dije apenada.
—No es como si quisiera olvidar esa hora... me hizo sufrir, pero me hizo sentirme tan feliz a la vez —suspiro—. La hora la borrara el mar, al igual que mi memoria, lo que no podré olvidar es que a pesar de la hora estas aquí. Pensé en irme unas cuantas veces, pero había algo que no me dejaba. Me alegra no haberme ido.
—Me alegra a mi también —sonreí.
—Ahora mismo ¿me estas mirando como mirabas a Luhan?
—No —dije en seco.
—¿Ah?
—No puedo mirarte de la misma forma, porque son personas distintas, pero lo que te aseguro, es que ahora mi corazón late más fuerte cuando te miro que cuando miro a Luhan —dije avergonzada.

Tao sonrío de oreja a oreja, tomo mi mano y dimos un largo pase por la playa, recogimos conchas, hicimos dibujos en la arena, construimos castillos con la misma y corrimos por allí mojando nuestros pies desnudos.

Conforme se hacía mas noche, el frío nos amenazaba cada vez más.

—Hace bastante frío —dije dándome calor con mis propios brazos.

Tao me miro, retiro su chaqueta de su cuerpo y la coloco en mis hombros.

—Te congelaras —dije preocupada.
—Entonces dame calor —dijo con una sonrisa de lado.

Mi piel se volvió tan roja como una quemadura recién hecha.

—Deja de jugar —dije apenada.

Sonrío tímidamente y se acerco a mí, puso ambas manos en mi rostro tomando el control del mismo.

—En verdad me gustas.
—¿Pero qué dices? —dije haciendo un movimiento brusco para soltarme.
—La verdad...

Mi corazón se detuvo. Tao no me dejo pensar en nada más antes de darme el beso más romántico, cálido y suave que pude imaginar, me besaba lentamente mientras acariciaba mis mejillas con sus pulgares.

Regresamos a casa tomados de las manos, como pareja oficial que ahora éramos.

A la mañana siguiente, Tao paso por mí a casa y caminamos hasta el instituto juntos, al principio fue incomodo y los chicos tardaron en acostumbrarse, pero al paso del tiempo las cosas volvieron un poco a la normalidad.  

❝TWELVE SCHOOL❞ ;; EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora