Seis

6 0 0
                                    

Mi celular comienza a vibrar y tengo ganas de tirarlo por la ventana. La luz del sol me ciega y empeora el dolor horroroso de cabeza que estoy sufriendo. ¿A quién se le ocurre llamarme tan temprano?

Miro el reloj y me sorprendo al ver que ya son la 1 de la tarde. Me levanto rápidamente y me dirijo al baño para lavarme la cara y los dientes. Mi celular vibra de nuevo y veo que son mensajes de Charlie.

Ya levántate.

Son las 11 de la mañana.

Creo que te dio la resaca.

Me río ante su último mensaje y me enjuago la boca. Me seco la cara con la toalla que se encuentra al costado de la puerta y agarro de nuevo mi teléfono para responder los mensajes de Charlie.

Si. Soñé que estaba escapando de un incendio provocado por unos chicos en una fiesta épica de Halloween. Estabas disfrazado de un Pokémon.

Mi celular vuelve a sonar inmediatamente con una respuesta de Charlie.

JAJAJA! Que buen sueño.

PD: Nunca me disfrazaría de Pokémon.

Intento no reírme ante la imagen mental de Charlie disfrazado de un Pokémon y respondo su mensaje:

Eso lo dicen todos... Y luego lo hacen.

Bloqueo mi celular. Inmediatamente suena de nuevo pero lo dejo sobre la mesa de la cocina y quito leche del refrigerador, un bowl de mi mueble de cocina. Derramo cereal en el bowl, luego le agrego leche y TA DA! El desayuno digno de un chef. Antes de comenzar con mi desayuno saco una aspirina del botiquín y la trago con un vaso de agua esperando que el dolor se vaya pronto.

Leo el siguiente mensaje de Charlie mientras mastico el cereal todavía crocante.

JAJAJA! En dos horas paso por ti.

Está bien.

Respondo y ya no me llegan mensajes.

Aunque mi cabeza está por explotar enciendo mi computadora porque hace dos minutos recibí una notificación de YouTube: MirandaSings ha subido un nuevo vídeo. Tengo que verlo.

El nuevo vídeo de Miranda es muy gracioso. Envuelve a ella preparando una torta que se ve asquerosa. Me río durante un buen rato. Luego comienzo a ver videos viejos. Y cuando me di cuenta ya pasaron 30 minutos. El dolor de cabeza se ha ido y ahora creo que es tiempo de leer un poco.

Saco el libro que compré ayer de mi librero. Me siento en mi cama y comienzo a leer. La historia me atrapa inmediatamente y no puedo dejar de leer.

Cuando he leído 3 capítulos son las 2:30 de la tarde lo cual significa que es tiempo para que entre a bañarme. Charlie llegará en media hora y ese chico es muy puntual, encima aún no decidí que ropa ponerme.

En realidad no sé que uno se pone en una situación como ésta. No tengo demasiadas opciones, así que voy por la más simple: remera blanca, jeans y tenis blancos. No se si agregar una gorra a mi atuendo, así que me pruebo una. Me mira al espejo y decido que mejor no me pongo nada en la cabeza.

Reviso mi celular y son las 2:48, aun necesito bañarme y vestirme. Estoy a punto de entrar al baño y Charlie me llama. Atiendo el teléfono, su voz suena rara, creo que esta emocionado.

-Pikachu! -me saluda y me río.

-Charmander! Lo lamento, todavía tengo que bañarme. -respondo. Mientras salgo de mi departamento y bajo las escaleras apuradamente.

-¿Cómo que todavía tienes que bañarte? ¡Son las 2:52! Te dije que pasaría por ti a las 3.

-Tú mismo lo has dicho: Son las 2:52, aun no son las 3. Sólo será un rato. -digo mientras abro la puerta del edificio donde vivo.

Charlie me ve y corta la llamada. Me saluda con una sonrisa y un abrazo.

-¿En serio no te has bañado aún?

-En serio. -digo mientras lo guío para que volvamos a mi departamento.

Cuando entramos al departamento Charlie se sienta directamente en el sofá. Sin pedir permiso. Me imagino que los amigos hacen eso. Entrar a la casa de sus amigos y ponerse cómodos como si vivieran juntos. Se que mi madre no aceptaría que haga eso si ella vivía conmigo.

-Quédate ahí. Vuelvo en 10 minutos.

-Son dos minutos mas tarde de lo planeado, ahora tendré que ajustar toda mi agenda. -responde Charlie en un tono enojado. Lo miro extrañado, preguntándome si habrá pasado algo por el camino que lo puso de ese humor pero comienza a reír, así que me río con el y entro al baño.

Su sonrisa me recuerda a cuando tenía 6 años y mis padres y yo íbamos a Río de Janeiro por la vacaciones de verano. Construimos castillos de arena, o al menos lo intentábamos. Los míos siempre eran desastroso pero mi padre siempre los elogiaba y decía que era un excelente escultor.

El agua caliente relaja mi piel. Creo que una ducha era lo que necesitaba después de una noche como la anterior. Esos recuerdos felices me entretienen y un poco de jabón decide entrar en mis ojos. Los enjuago rápidamente y oigo a Charlie haciendo ruidos, como si estuviera buscando algo.

Luego oigo música. Estaba buscando un CD para reproducirlo. Ese tipo ha tocado mi colección de discos y estoy a punto de salir a gritarle cuando me doy cuenta que es mi disco favorito. Tiene los mismos gustos musicales que yo. Creo que nos llevaremos bien. Me pongo a cantar en la ducha.

Han pasado 5 minutos y decido salir. Me seco todas las partes de mi cuerpo flacuchento. Me pongo la ropa que elegí y salgo a la sala. Encuentro a Charlie bailando y mirando entre mis CD'S.

-Veo que te gusta mi colección. -digo y Charlie se sorprende.

-Es muy buena. Me encanta este álbum. -dice él mientras Melanie Martinez canta:

Blood money, blood money. How did you afford this ring that I love honey? Just another shift at the drug company. He doesn't think I'm that fucking dumb, does he?

-¿Estás listo? -me pregunta.

-Listo. Como Bob Esponja. -digo y Charlie ríe.

Charlie ríe mucho. Y su risa es muy contagiosa. Parece un chico muy feliz. Aunque no se nada de él. Podría estar pasando por algo malo y enmascarar su dolor con risas y humor.

No sé por qué de repente me convertí en un psicólogo analizando a Charlie. Decido ignorar ese pensamiento y seguir riendo con él, reír hace bien. Sea por la razón que sea.

Charlie apaga la radio y se dirige a la puerta. Agarro mi celular, lo guardo en mi bolsillo y salgo con él. Saco la llave del llavero y cierro la puerta al salir.

-¡Este juego será increíble! -comenta Charlie mientras bajamos las escaleras. -Ya lo verás. Lo vas a disfrutar mucho.

-No puedo esperar. -digo saliendo por la puerta del edificio mientras Charlie abre la puerta de su auto. Y en serio no puedo esperar por otro día con Charlie. Arranca el motor y nos embarcamos, en búsqueda de Lissa y Max.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 04, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

We Own The Night.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora