Capitulo VI

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Con solo entrar a esa sala me empezaron a dar escalofríos. En medio de la sala había una silla y a su lado habían unas computadoras extrañas.

La evaluadora se llamaba Lynn y me dijo que no tuviera miedo ya que notaba que estaba temblando.

Me dijo que la posibilidad de ser flexible o no calzar era casi nula, por lo cual no tenía por qué preocuparme, asentí con la cabeza y me senté, ella tomo una aguja me inyecto el líquido y casi al instante note que todo, la sala la silla y hasta Lynn había desaparecido.

este es mas corto, pero esperan al siguiente. mil perdones

buscando bajo las mismas ciudadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora