6. En el lugar equivocado

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Adrian podría ser super popular, super atlético; pero era extremadamente idiota. Ser capitán también conllevaba con la realización de algunos tipos de papeleos ya que el representa al equipo antes las directivas. Pero si no fuera por mi , el ya hubiera pasado a ser el aguatero del equipo hace mucho tiempo.

Era sencillo, yo hago papeleo y el me hace la tarea o los deberes. La mayor parte del tiempo la pasábamos en mi casa mientras que mi hermanito veía caricaturas en la televisión. Hoy tenia que llenar un formulario para ''el chico nuevo''. Y Adrian tenia que escoger entre álgebra o lavar los platos:

- Platos - dijo finalmente - el álgebra no me da muy bien.

- Ya lo se - le dije con en tono burlón - porque si fueras un super genio , mi planilla estuviera llena de 100%.

- Cierra la boca y sigue con lo tuyo.

Estábamos en la cocina, el fregaba los platos y yo en el comedor buscaba el papel a llenar. Por fin encuentro el formulario de ''aspirantes al equipo''.

- ¿al nombre de quien va este ? - pregunto a Adrian solo para que vea que hago lo mio-

- de Steve Salvin

- Steve Salvin - repito casi saboreando su nombre en mis labios - Se supone que tienes que reunirte con el para poder ver que tal juega.

- Si , ¿por?

- Me gustaría acompañarte - le digo con mi mirada fija en el papeleo -

- ¿y tu por que quieres venir? - dice mientras gira dirección al comedor frente mio - pensé que odiabas esto-

- lo odio , así que no te ilusiones - le digo en tono molesto - es porque ... ¿quiero pasar tiempo contigo? tu sabes entre primos mas me arrimo

- Ni tu misma te crees lo que dices - me reclama al ver mi tono burlón en mi ultima frase- quieres ver a ese tal Steve ... ¿verdad?

- No, como puedes decir eso - ademas de mi fatal actuación de ''no es cierto '', soy delatada por mi ahora sonrojada cara - ¿por que dices eso?

- Porque estas que botas baba por la boca - responde en tono bromista y me mancha un poco la cara con la espuma de los platos - Si quieres solo ponte ropa de puta y me acompañas.

- Tienes razón, le voy a preguntarle a tu novia si me presta algo de su armario - le digo ganando así la batalla verbal - en serio no me vayas a molestar. Odio eso.

- te ves muy tierna cuando eres tímida - dice con sinceridad- si me vas ha acompañar, estarás al lado mio como si fueras una especie de secretaria. Tal vez puedas hablar con él, no te lo tomes como si fuera la gran cosa.

Y tenia razón, soy de esa personas que lo pequeños detalles le significan mucho; pero que a la hora de vida real esos detalles ya no tienen precio. Así que me dirijo a mi habitación, y busco que ponerme. Tenia que un buscar un look de ''mírame'' pero también de ''esto no es la gran cosa'' , me doy pena al darme cuenta que ahora pienso así, ahora me parezco a Peggy. Hasta que finalmente me rindo y me pongo lo primero que veo.

Ya me estaba tardando y Adrian empieza a gritarme desde afuera. Salí de mis habitación y Adrian me queda mirando. Llevaba unos Vans, una blusa manga larga y unos cortos (pero tampoco demasiado) shorts. Estoy en la puerta de mi habitación, esperando algun comentario sarcástico de Adrian. Un poco avergonzada, tal vez no me veia tan bien como me lo imaginaba.

- Te ves linda - Me dice guiñándome un ojo- vamos a la camioneta cenicienta.

Me sonrojo un poco y le sigo. Antes de irme deje a mi hermano , Lucas, en casa de uno de sus amigos. A su madre no le molestaba así que estaba agradecida. luego me dirigí a la camioneta donde Adrian comenzaba a tocar la bocina desesperado.

Siendo NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora