Siendo Nadie

7. Lejos de la ciudad

Me miraba en el espejo grande de mi peinador. Estaba en sujetador y calzones. Observaba mi figura: no era gorda, pero tampoco tenia el abdomen plano, mis piernas eran delgadas y mis pechos tampoco es que fueran enormes o sobre salieran mucho. 

Me acerque un poco mas, enfocándome en mi rostro. Siempre me había gustado mis ojos marrones, a la luz del sol a veces parecía ser miel. Mi piel era imperfecta, algunas cicatrices y acné; algo que podia ser escondido con maquillaje, aunque me desagrada un poco. 

Analizando todo eso no era la chica perfecta. Al igual que todas las personas, tengo mis imperfecciones y vivía con ellas. Nunca me había sentido acomplejada por quien yo era o  de como lucía. Hasta hace a poco cuando entre en la piel de Thalia. Aquel día me sentí como si por fin hubiera sido bella. Todos me miraban y hablaban de mi, les llamaba la atención, era especial.  Era lo que cualquier chico quisiera.

Thalia era hermosa y espontanea. Yo era desagradable y tímida. 

Entre todo este mundo de mis pensamientos dolorosos , algunas lagrimas se me derraman. Me odiaba mucho en ese momento. Y no sabia porqué: tal vez porque no era muy guapa o porque me sentía patética menospreciandome a mi misma.

  -  Mama dice que bajes a comer - oigo la voz de Lucas que ha entrado a mi habitación y me ha pillado casi desnuda -

Quedo pálida y hay un momento de silencio e incomodidad en el cuarto. 

- Te he dicho miles de veces que toques antes de entrar -le grito y  lo corro de mi habitación a toda prisa.

Me seco las lagrimas y me visto rápidamente.  Salgo y le dedico una mirada asesina a Lucas. A lo que el me responde con una mueca. Rara vez comemos como ''un familia'' , debido a que mis padres siempre están trabajando , solo nos sentamos juntos cuando ambos no tienen turno en el hospital. Normalmente yo cocino una cena muy sencilla para mi hermano y yo, incluso hay veces que simplemente ordenamos pizza. Me parece raro esto. Las conversaciones habituales, aunque yo no hable mucho.
—¿como fue tu día ? -  me pregunta mi madre, mientras le corta la carne a mi hermano- ¿alguna novedad?

¿qué como me fue hoy? Sin tan solo supieras que tan mierda me siento por lo que paso hoy.  De solo recordarlo me dan ganas de pegarme un tiro...

Después de salir de ahí llorando, a toda prisa, dejando atrás el parque y todos los demas . Me subí a la camioneta y espere a que Adrian llegara y me sacara de esa espantosa escena de inmediato.  Adrian abre la puerta del piloto y tan solo me observa. Pone en marcha el auto y sale rápidamente del parque. En todo el camino no me dijo ni una sola palabra, sino hasta que pare el llanto. 

- Eres una tonta - me dice-

-¿  eso es lo mejor que le puedes decir a una chica que le han roto el corazón? - le digo algo desilusionada- ¿en serio?

- Es lo mejor que puedo decir , porque me parece tonto que gastes tus lagrimas en un patán como él 

- Lo.. lo siento. 

No me respondió, ni volvió a hablar. Todo estuvo en un incomodo silencio hasta que llegamos. Simplemente me dejo enfrente de mi casa y se fue sin decir nada mas.  Me siento completamente sola y ridícula. Despues de ir a buscar a mi hermano me encerré en mi habitación. No llamé a Nico , ni a Peggy. Buscaría cuando contarles todo. Por ahora quisiera estar sola conmigo misma.

Y ahora estoy aquí cenando con mis padres y mi hermano. Angustiada por mi apariencia y mi miserable timidez. Todo hubiera sido menos humillante si tan solo no me hubiera gustado Steve.