Prólogo

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El teléfono de Dom vibraba y emitía una pacífica alarma. Faltaba poco para terminar las clases e irse de vacaciones.
Fuego.
No podía sacar esa imagen de su cabeza, toda la noche había soñado con un edificio incendiándose y gente gritando y gimiendo. El olor de la transpiración se apoderó de su cuerpo y él mismo decidió tomar un baño.

Fuego.

El agua que emergía de la canilla estaba demasiado caliente, y lo despertó del shock. Su musculoso cuerpo, o imán para las chicas (como decía él), estaba lleno de espuma de jabón. Agarró el shampoo y pensó en su novia; ya era hora de cambiarla. En un instante su pelo castaño estaba limpio. Bloqueó el paso del agua, se secó y salió de la ducha desnudo. Paró un momento a observar sus delicados ojos celestes/verdes, tomó su celular, lo desbloqueó y llamó a Francus:

- Francus- empezó Dom.

- Dominic- prosiguió Francus con una voz alarmante.

- ¿Qué pasa?- dijo entre risas.

- Tuve una pesadilla.

Fuego.

Le contó lo que había soñado, sus sueños eran casi iguales: fuego, gritos y una voz diciendo ¡No! en el caso de Francus. Dominic ya se había cambiado y empezó su rumbo a la escuela. De repente, en la oscuridad, salió un hombre y le dijo:

- ¿A donde crees que vas?.

- ¡¡Papá!!, me has asustado.

- Desayuna.

- No.

- Dominic - estalló el padre de Dom. Dom quería mucho a sus padre ya que su mamá había muerto hace unos pocos años.

- OK- agarró una tostada y se fue.

Todo era normal. Los alumnos corriendo por el pasillo, otros copiando tarea, parejitas en los rincones.Todo era normal.

-Hey- le dijo Dominic a su actual novia, era como la tercera vez en esta semana que cambiaba de novia.

-¿Que quieres corazoncito de melón?- dijo ella con la voz muy chillona.

El chico de ojos hermosos odiaba a las chicas con voz chillona, sobre todo las que le ponían apodos como "corazoncito de melón".

-¿No hueles algo, algo como a quemado? - preguntó este con tono irritado, esta chica le estaba hartando por hablar demasiado.

-No, yo no huelo nada cielito acaramelado.

Dominic no aguanto más ni a la chica ni el aroma, rodó sobre sus talones y dio media vuelta.
Tendría que encontrarse a alguno de sus amigos de camino a la salida.
O al menos eso es lo que él pensaba.



-Brenda, ven aquí al frente de la biblioteca. Hay un chico demasiado guapo- emitió Ximena. Ella era la tercera y ultima incorporación al grupo. 

- Estoy ocupada, como sabes mañana es la feria de ciencias y estoy tratando de elaborar mi experimento.

- Ok, Brenda, siempre tan amargada y aburrida.

Su experimento tenía que reposar, se quitó las gafas, la bata de la laboratorio y salió peinando su cabello.

Ximena solía llamarla hasta siete veces al día, solo para decirle que tenia un chico guapo como para Brenda frente a sus dorados ojos. A  Brenda nunca le cayó bien Ximena; era como un gran peso en su menudo cuerpo.

Ya afuera del laboratorio Brenda sintió un olor a  algo que se estaba quemando, volteó, quizá venía del experimento que había dejando reposando, no se quedó ahí más tiempo y corrió hacia la salida más cerca.

 Dominic encontró a Brenda y entre ellos dispusieron a buscar a Francus y Samantha, la inseparable pareja. Ya fuera de la escuela pudieron ver como esta iba empezando a arder lentamente. Brenda se asustó por no ver a Ximena y recordó que ella se había quedado con el chico guapo. 

-Debió haber salido por otra puerta - dijo a los 4 amigos.

- No creó, es muy zorra para escapar de un incendio. Seguro que anda por ahí hechando miradas furtivas y  provocando a  nerds.

- Amor, no digas eso. No  son nerds, son inteligentes. Ademas fue Dom el que la dejo entrar a nuestro grupo.

- Pero, si ya no es mas mi novia- contestó Dom.

- Lo sé, tienes como cuatros novias por semanas y te confundes el nombre de ellas- aclaró Sammy.

Como el sueño el edificio empezaba a arder, la gente gritaba, el sonido conjunto de la ambulancia y los bomberos aturdían a los posibles sobrevivientes.


-¿Ya sabe lo que causó el incendio oficial?- preguntó Brenda con los ojos llenos de lágrimas.
Ella creía que  había causado ese incendio, que a lo mejor su experimento había tenido una reacción negativa.

-No jovencita aún lo determinamos- dijo el uniformado policía- por ahora la prioridad es reconocer a los muertos  notificar a su familaa.

Los muertos. Esa era la cosa que hacía que Brenda se sintiese más culpable.

Paso un tiempo y Brenda estaba ansiosa por conocer todas las novedades.

- Lamentablemente no, ustedes son los únicos sobrevivientes.



Gracias por leer la primera parte de esta historia. 

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Secretos Oscuros (Mejorando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora