Llamada de auxilio

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Indomable

"Llamada de auxilio"

El estridente sonido insistente de una balada antigua, fue lo que logró arrancar de un profundo sueño a Kwon Ji Yong. Abrió los ojos de golpe, sentándose de manera correcta en su incomoda silla. Nuevamente se había quedado dormido sobre su escritorio.

Su celular no dejaba de sonar repetidas veces, estuvo a punto de ignorarlo, hasta que vio el nombre de "Young Bae" parpadear en la pantalla.

—Bae... ¿Qué ocurre? —Contestó, frotó sus ojos intentando enfocar mejor la hora del pequeño reloj sobre su escritorio. Marcaba las tres con cuatro minutos de la mañana.

Eso mismo digo yo, viejo...suenas cansado.

—Bueno, me has despertado. Estaba a punto de ir a casa.

Sólo tú permaneces en la oficina hasta estas horas. —La voz de su amigo era severa, le estaba regañando. —Apresúrate y ve a casa.

— ¿Qué hace el bondadoso Dong Young Bae despierto, ah?

Mmmh...—La vacilación en su voz dio a entender a Ji Yong que estaba sonriendo. —Díganos que...estaba ocupado. —Murmuró con picardía, no tuvo que decir nada más para que su amigo entendiera completamente. —Además sabía que estarías aun en tu oficina.

Ji Yong había escuchado que Bae tenía una pareja estable ahora, vivían juntos y eran felices. Podía saberlo con tan sólo escuchar lo feliz que era su amigo.

—Ya...espero pronto conocer al dulce Lee

Es precisamente que te llamé por eso, ven mañana a comer con nosotros. Seung Hyun está ansioso por conocerte.

—Mmmh... ¿Acaso tiene problemas legales?

No seas así, Ji Yong...él sólo quiere conocerte y hablar contigo.

Kwon no estaba seguro de las palabras que escuchaba, pero fingió que lo estaba.

—Vale...iré, pero ahora déjame dormir. —Aceptó riendo. Después de tomar sus cosas y despedirse del guardia de seguridad se encaminó a su automóvil, su hermoso bebé blanco.

"El lamborghini de papá" pensó tontamente, introduciéndose en él rápidamente.

Está bien, no nos quedes mal. Estaremos esperándote, Ji.

—De acuerdo, Romeo enamorado. Nos vemos mañana. —Y colgó la llamada, encaminándose a su departamento.

...

Ji Yong miró al viejo mayordomo que le recibió con educación. Siempre había pensado que Young Bae era ostentoso en su vida, pero no le culpaba, esa enorme casa, autos lujosos y cuanta cosa se le cruzara en frente con un precio exorbitante, si tenía dinero con que pagar, estaba bien.

Bae era dueño de una línea de ropa deportiva que se vendía alrededor de toda Asia, eso le daba todo el dinero necesario para poder gastarlo sin siquiera ser consciente de ello. A Ji Yong siempre le había incomodado presentarse en la millonaria casa de su amigo, no importaba que tan bien vistiera y calzara, incluso en aquellos días que llevaba un aburrido traje encima y portafolio ridículo, sentía que no encajaba en ese brillante lugar.

—Pase por aquí, señor Kwon. Los señores le esperan en la piscina.

El susodicho no pudo hacer nada más que asentir y entregar su abrigo al mayordomo, mientras caminaba por el camino indicado ¿Acaso era el único al que le parecían irreales esas palabras? ¡Él era una persona normal! Claramente su pequeño departamento no tenía piscina ni mucho menos un mayordomo.

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