Capítulo 20
-Mei Yun, date prisa y prepara la cama para tu señora.-
Al ver que Lu Cang no estaba tan renuente a la idea, Cao Xin convenientemente tomó aquello como una aceptación. Felizmente viendo como la pequeña dama alegremente corrió al dormitorio, el forzó la mano de Lu Rong Rong en Lu Cang y empujó a los dos al interior.
Al entrar en el dormitorio, Mei Yun ya había preparado el colchón. Sobre la seda de color rojo brillante satinada se hallaba un pañuelo de seda blanco como la nieve dispuesto en una esquina. Estaba destinado a ser utilizado para probar la virginidad de la mujer en la noche de bodas. El rostro de Lu Cang no podía dejar de calentarse repentinamente.
-Hermano mayor, tómese su tiempo y disfrute de sí mismo ¡Si me disculpan!- Al ver la cara roja de Lu Cang, Cao Xin por supuesto supo cómo ser sensible y se dispuso a salir. El dio a Mei Yun una mirada significativa y juntos dejaron la habitación que tenía una calidez oculta y una atmósfera extraña. Por supuesto, no se olvidó de cerrar la puerta para ellos.
La atmósfera ambigua en el aire de repente llegó al punto de ebullición. En la habitación que se desbordaba con la imagen de intimidad, Luo Rong Rong, con el rostro rojo carmesí se sentó en el borde de la cama. Bajó la cabeza, sin palabras, en su lugar revelando delicada timidez de novia.
Lu Cang estaba nervioso y completamente perdido sobre qué hacer. Incluso si tenía un sentimiento muy fuerte de amor hacia Jing, él sabía que esta noche seductora era un incentivo fatal. Después de todo, al hacerse más viejo, el en verdad no podía fingir que no estaría envidioso de aquellos que consiguieran tener una prospera familia.
No importaba el caso, en cualquier gran ceremonia en el palacio él sólo podía estar de pie entre la multitud de Ministros Reales. Incluso si el lugar al lado de Jing que pertenecía a la emperatriz estaba desocupado, la multitud de concubinas imperiales detrás de él habían aumentado de forma continua, sin disminuir.
Cada vez que veía la Jing quien tomaba a las concubinas con sus dos manos y jugaba con la multitud de concubinas que le rodeaban, Cada vez que veía a las doncella palacio ya sea cuidadosamente sosteniendo en su abrazo o sosteniendo la mano de un príncipe o princesa, decir que nunca sentía ese crudo aire de completa soledad, era una total mentira.
Y delante de sus ojos estaba la mejor oportunidad para cambiar su situación. Sólo necesitaba pasar un par de noches con Lu Rong Rong y por la misma fecha el año que viene tendría en este mundo un niño de su propia sangre. Para Lu Cang, un hombre sin ningún pariente no tenía valor, por lo que tener uno, por cualquier medio, era fue la tentación más que absoluta.
Por dentro, su conciencia estaba en conflicto. En su mente, Jing aparecía con su sonrisa, aunque no una cara sonriente, era la más bella de las apariciones mundanas. En un hechizo, su mente y su alma se hicieron suaves y flexibles. Pero cuando estaba a punto de dar paso hacia atrás, recordó que Jing le dijo con frialdad sobre el embarazo de la belleza que provenía de la región occidental, su expresión se hizo rígida e indiferente. Lo que hizo que firmemente se quedara en su lugar y diera un paso adelante.
-Hermano mayor Lu, se está haciendo tarde. Vamos a descansar- Luo Rong Rong quizá vio que la expresión de Lu Cang parecía extraña así que lo llamó con voz suave. Lu Cang apretó los dientes y, finalmente, dio un gran paso hacia adelante.
[...]
-Hermano mayor, ¿todo bien? ¡Ya es mediodía! ¡Los hermanos están esperándolo para darle un poco de vino de bienvenida!-
Alrededor del mediodía, Cao Xin apareció en el pequeño patio. Él llamó un par de veces, pero cuando nadie respondió, dudó antes de abrir la puerta del dormitorio. En el interior, se encontraba sólo Lu Cang sentado solo en la cama, como si pensara algo, un poco aturdido.