3. El sonido del bambu que flota sobre la moche lluviosa

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Capítulo 3- El sonido del bambú que flota sobre la noche lluviosa

Lo escandaloso de Tongan en las mañanas no era inferior al de Hangzhou. Puesto que la posada que él había escogido estaba situado justo a un lado de la calle. Lu Cang despertó de su sueño temprano en la mañana, viéndose bastante sorprendido por la prosperidad de la ciudad imperial de Datong.

Frotando sus ojos, Lu Cang dejó caer algo de ropa sobre sus hombros y se paró frente a la ventana mirando a la calle. Frente a él estaba el mercado de comida, las calles estaban abarrotadas de las personas que se levantaban temprano a comprar sus víveres y los vendedores ubicando las canastas de vegetales, gritando a los compradores en dialecto del norte del cual Lu Cang poco entendía. Ola tras ola de pesadas fragancias de comida para el desayuno flotaban a su nariz desde los puestos cruzando la calle.

Pero esta escena soleada, alegre, feliz como nunca, poco hacía para levantar el espíritu de Lu Cang cuyo pecho estaba lleno hasta el tope de penumbra.

Ayer, en una pequeña casa de esta extraña ciudad, un tipo de contacto corporal que podría ser descrito como cruel ocurrió una vez más entre él y una belleza masculina del cual ni siquiera sabía su nombre completo. En una forma cruda de hablar, Lu Cang, por segunda vez, fue brutalmente y forzosamente follado por el mismo hombre.

Increíblemente, cosas como esta han estado ocurriendo una y otra vez a él, un hombre reconocido que había sido catalogado como el wullin del sur. No era de extrañar que Lu Cang, quien siempre había tenido una alta auto apreciación y opinión sobre sí mismo, estaba, desde el fondo de su corazón, teniendo dificultades para aceptar esto.

Pero a pesar de su inhabilidad para colocar su mente alrededor de todo, el aun no era lo suficientemente valiente para viajar una distancia de miles de millas hacia Hangzhou en un espontaneo acto de heroísmo sin asegurarse primero que la droga que ese hombre demente había usado en él se hubiera desvanecido.

Buscando en las capas de su ropa, su mano entro en contacto con la lujosa caja que contenía la píldora. Quizás lo mejor era probar la droga...

¿Qué pasa si es falsa?

Entre más lo pensaba, mayores eran las posibilidades. Lu Cang ya veía una chispa de esperanza inflarse en sus ojos. Después de contemplar el lunático comportamiento de ese hombre hermoso por un momento, parecía perfectamente posible que el pudiera encontrar una extraña píldora para usarla como truco.

El recuerdo del hecho que estaba temblando por los efectos de esa droga sexual que ese hombre sinvergüenza estaba escondiendo en algún lado, secretamente riéndose, hizo que una ráfaga de ira rápidamente dominara la entera mente de Lu Cang.

Cálmate... cálmate... se dijo a si mismo obsesivamente mientras tomaba silenciosamente una decisión: Era mejor apresurarse y encontrar algún perro cualquiera para probar la droga. Si era falsa mucho mejor para él, podía rápidamente escapar de este autocritico lugar y regresar a su montaña.

Después de tomar su decisión, el ya no dudó. Se apresuró a terminar su rutina de la mañana y salió de la posada para encontrar el ideal "Sujeto de prueba de la droga"

Sólo cuando tranquilamente dio una vuelta por las callejuelas de Tongan Lu Cang encontró que su plan impecable parecía tener algunos agujeros. A pesar del gran tamaño de Tongan, no había casi ningún perro que apareciera en las calles. Incluso los dos perros que vio por casualidad eran llevados con una correa por plebeyos. A pesar de que tenía plena confianza de que podía hacer frente a estos plebeyos que no conocían de artes marciales, "robar perros" de unos plebeyos bajo la luz del sol era realmente algo que el orgullo de Lu Cang no podía tragar.

Hua Hua you longDonde viven las historias. Descúbrelo ahora