De niño... De niño eras... Simplemente eras, mmm, no sé... ¿hermoso? ¿Tierno? ¿Simpático?... Claro, lo eras conmigo, eso era lo que me encantaba, ¡sí, eso era!
Me encantaba el hecho de que fueras diferente estando conmigo, podíamos estar rodeados de muchas personas y ese no era obstáculo para demostrar lo que yo significaba para vos.
O lo que yo supuse que significaba para vos...
Pero, ¿qué significaba? Digo, inventábamos cualquier estúpido juego y yo automáticamente era tu pareja - incluso si el juego no se tratara de números pares no mayores o iguales a dos-; caminábamos y no te despegabas de mi lado, aún cuando me irritaba que todos hicieran comentarios tontos sobre nosotros y te empujara sin compasión; compartías tu refrigerio cuando se me olvidaba el mío -lo cual era muy a menudo- y ese tipo de cosas insignificantes que ahora significarían muchas cosas.
Pero, ahora no significa nada ¿verdad? O eso trato de hacerme creer a mí misma. Pues si de algo estoy segura, es que para vos, yo soy una conocida más.