Misión: Lección

III

III
-No sé si he hecho lo correcto-comentó tumbada en mi cama.
-Yo creo que lo has hecho bien, técnicamente es como un voluntariado-me dijo Anabell- Quizás vas a cambiar el desastroso futuro de alguien.
-Eso no me ayuda a sentirme mejor. ¡Seguramente tendré que beber y fumar! ¡O peor, tener sexo!-exclamé histérica
-Eso no tiene porque ser así, y sabes que tengo razón.
Anabell se levantó del suelo, abrió mi armario y comenzó a revisar todos mis cajones.
-De buenas a primeras lo que tenemos que hacer es cambiar tu imagen-dijo mientras tiraba por el suelo camisetas, pantalones y sudaderas.-Y vas a esperar a comportarte como una popular-abrió el primer cajón de la derecha-Empezando por tu ropa interior.
-¿Que tiene de malo mi ropa interior?-pregunte molesta.
-Nada, si lo primero que quieres que vean sea la cara de Elsa cuando te vean las bragas.
-Eres una bipolar, acabas de decir que no tienen porque vérmelas.-resoplé
-Y no tienen porque, pero probablemente ocurra.
Me recosté en la cama apoyándome sobre los brazos.
-A ti y a mí no nos apasiona ir de compras...
-Es que no vamos a ir de compras. Vamos a hacer algo mucho más divertido. Cambiarte de forma radical-sonrío de forma ladina, asustándome un poco. En qué lío me había metido...
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-Wow-se me escapo asombrada.
Anabell y yo habíamos pasado a buscar a Rose antes de ir al centro comercial a por mí "transformación", y durante el cambio no me dejaron mirarme al espejo ni una sola vez, de manera que aquí estaba yo. Frente al espejo de cuerpo entero de mi casa admirando la obra de mis amigas. Esa no era yo. La del espejo era una mujer enfundada en unos pantalones de cuero pegados y unos botines de tacón. Llevaba una blusa verde semi transparente la cual se veía provocativa sin ser vulgar al estar tapada por una cazadora también de cuero. El pelo le llegaba hasta la cintura y era de un liso impecable. El maquillaje hacia que sus ojos resaltarán al igual que los labios. Definitivamente, esa no era yo. La chica del espejo hizo un bonito mohín con la boca, y tuve ganas de consolarla.
-¿Que te parece? ¿Lo hemos hecho bien?-pregunto Rose.
-Claro que lo hemos hecho bien, mírala, se ha quedado sin palabras.
-Wow-repetí- Estoy increíble chicas, pero no sé si podré estar así todos los días...
Comencé a dudar. Quizás en el colegio la gente se burlaría de mi por el cambio que si. Como si nunca fuese a ser como ellos. Todos se darían cuanta de que es solo un disfraz.
Les conté a Anabell y a Rose lo que pensaba, estaba bastante asustada y necesitaba su apoyo.
-Deja de decir tonterías. Lo vas a hacer de forma increíble.
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Aquí el tercer capítulo... sé que llevo mucho tiempo sin escribir, pero voy a intentar estar activa durante un tiempo... Decidme qué opináis en los comentarios.
~Rosie