Despedida (Oh Sehun)

Te amo

Hola! Estoy muy agradecida con aquell@s que han leído mi historia, por lo cual me propuse editarla y... Por fin lo he hecho, creo que ha quedado mejor. Espero que noten las diferencias. :)

Las frías gotas de lluvia se confundían con mis lágrimas, por más que intentaba secarlas, ni la lluvia ni las lágrimas cedían; era como si se burlaran de mi.

-Me dijo que esperara aquí - hable para mi misma en voz alta.  

Debía esperarlo, sin importar el morir de pulmonía, tenía que hacerlo; debía hacerlo.
Mis pensamientos estaban tan adormecidos como mis extremidades; cada vez que escuchaba un ruido, esperaba que fuera él y que no se hubiera olvidado de mi, no concebía la idea; simplemente no.

De pronto sentí algo, era él: como sí nuestros cuerpos irradiaran algún tipo de energía desconocida que nos atrajera el uno al otro. Mi cuerpo dejo de temblar y el color volvió a mis dedos, nada más importaba si el estaba aquí , conmigo.
Lucía una impecable gabardina color negro, todo en él era oscuro. Lástima que no lo supe antes...
Parecía no importarle las gotas de lluvia que resbalaban por la sombrilla y humedecían sus hombros; a pasos lentos, interminables ante mis ojos, se acercó a mi.
-Creí que ya te habías ido-  dijo con voz monótona, inmediatamente alcé la vista creyendo que era un desconocido con voz hueca.
Pero... era él.
Negué con la cabeza energéticamente varias veces hasta que su dedo se posó sobre mi frente deteniendo el movimiento.
-No podía irme, me dijiste que esperara aquí y eso hice- esperaría por él todo el tiempo necesario.

-No debiste hacerlo, realmente en mis planes no estaba el venir, pero creí que tu estupidez haría que esperaras sin importarte la lluvia - una sonrisa socarrona se instaló en su rostro desfigurando sus perfectos rasgos.

Creí no haber escuchado bien, simplemente él no podía haber dicho esas palabras tan hirientes. Algo andaba mal, muy mal.

-¿Qué sucede?, te has quedado en blanco después de mis palabras, ¿cierto?- su tono de voz lo decía todo. -¿No dirás nada?- después de un silencio sepulcral, me miró y comenzó a caminar en dirección contraria.

Mi mente se sacudió como si exigiera algo, con la poca energía existente en mi cuerpo corrí en su dirección. Debido al mal estado del pavimento, caí un sinfín de veces causando heridas tanto a mis rodillas como a otras partes de mi cuerpo, eso ahora no importaba. Debía alcanzarlo lo antes posible. Antes de que fuera demasiado tarde...

Sigilosamente me acerque a él ya que había disminuido su velocidad.Los dígitos de mi diestra se aproximaron a su oscura gabardina, pero al rozarlo, detuvo su caminata abruptamente y dio la vuelta enfrentandome.

Miró despectivamente mi mano extendida hacia él y con un ademán molesto se alejó de mí: entendí que todo había terminado.

-¿ Por qué...?- dije atropelladamente ya que fue lo único que mi cerebro pudo formular.

-Las razones no importan realmente- rascó levemente su mentón mientras me estudiaban con detenimiento, levanté la mirada para observar sus ojos, los mismos que hace tiempo transmitían amor, ahora sólo me contemplaban sin ningún tipo de sentimiento.

-Debe de haber un porqué, siempre lo hay- no entendía como hace apenas unas horas todo era perfecto y ahora, en mi mente todo lo que vivimos se teñía de escepticismo y dolor, sobretodo dolor.

-Pues no lo hay, así es como debe ser- sus palabras sonaban como mentiras ante mis sentidos. - No me sigas y es mejor que olvides todo de mi, como lo haré yo sobre ti- dio media vuelta sobre sus talones, pero antes de que continuara, mis desobedientes dedos sujetaron la maga de su gabardina como si mi vida dependiera de ello.

Erróneamente pensé  que voltearía y al ver la forma tan lamentable en que me encontraba tendría compasión de la pobre chica enamorada, pero estaba realmente equivocada. 

Su brazo empujó fuertemente hacia atrás mi cuerpo con intención de deshacer mi agarre, perdí el equilibrio y caí dolorosamente sobre mi tobillo, traté lo más rápido posible de ponerme en pie, pero mi extremidad no respondía.
Inmovilizada, lo único que pude hacer fue gritar, con toda la fuerza que mi marchito cuerpo permitía.

-¡Pero yo te amo!- contuve la respiración y recé en un intento desesperado para que todo se arreglara. Pero él ni siquiera se movió.

-Lo se - dijo antes de reanudar su caminata. Lo único que consiguió fue dejarme confundida y lastimada bajo la asfixiante lluvia.
-Por eso es que me voy- susurró.

Estoy muy emocionada, es mi primera vez compartiendo lo que escribo, espero que les haya gustado.
Ahora me odian, ¿cierto?
Lo sé, es un poco... ¿Triste?
No pensaba continuar este one-shot, pero creo que lo haré.
Próximamente podrán entender a nuestro Sehunnie...

-Lee