IX • Arrepentimiento

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• Aoba •

-¿Salieron? -pregunte algo confuso, la abuela me volvió a ver.

-¿Has hecho algo, nieto estúpido?

-Para nada -hice un puchero, el sonido de mi coil me sorprendió un poco, era una llamada, pero lo que más me sorprendió fue la persona que me llamaba-. ¿Aiki? -respondí, escuchaba el sonido de la lluvia, además de la respiración agitada de la pequeña.

-Aoba... Ren-san... Ren-san -le escuche hablar, pero su voz detonaba desesperación.

-¡Tranquilizate Aiki! ¡Dime donde están! -grite al momento que me ponía de pie y tomaba mi abrigo para después comenzar a salir de la casa sin decirle nada a la abuela.

-N-No lo , es-es un edificio... abandonado... Ren... san... -a mi mente vino aquel viejo edificio el que solía frecuentar Ren.

-Iré ahora, estaré en unos minutos, tran...

-Aoba... -su voz sonaba suplicante-. Ll-Llama a una... ambulancia -sentí como todo se detuvo, Ren idiota, porque hiciste algo tan estúpido.

• Aiki •

Seis horas, seis largas horas, eso era el tiempo que había pasado desde que habíamos llegado al hospital, unas bolsas de basura amortiguaron el golpe de la caída, pero eso también provoco que varios vidrios se incrustaran en su piel, por lo que tuvieron que operarlo para poder quitárselas y así salvar su vida.

-No te preocupes, estará bien -trato de animarme Aoba, sentía como las lágrimas no paraban de caer, no podía, simplemente no podía dejar de pensar en Ren-san y en esa sonrisa de despedida que me dio, la misma sonrisa que me dio Sei-sama antes de lanzarme por el pasadizo.

-Familiares de Seragaki Ren -llamo nuestra atención un hombre mayor de cabello castaño y gafas, el cual vestía una bata blanca.

-¿Cómo esta Ren, doctor? -pregunto Aoba preocupado mientras nos acercábamos al doctor.

-La operación fue un éxito, su vida ya no corre peligro, así que no tienen que preocuparse -sentí como toda la adrenalina que me mantenía de pie se disipaba para después caer al suelo, alterando un poco a Aoba y al doctor, el cual me comenzó a revisar-. Necesita descansar, también parece tener un cuadro de anemia, me gustaría revisarla después.

-Esta bien doctor, se lo agradezco -respondió Aoba mientras el doctor se marchaba-. Deberíamos de ir a casa, Aiki -comencé a negar levemente, no me quería ir del lado de Ren-san-. No seas terca Aiki, Ren no quisiera que...

-No lo haré -dije entre susurros, aun no me acostumbraba a escuchar mi voz, sentía mi garganta carrasposa.

-Aiki... -la mirada de culpa de Aoba me molestaba, pero ahora lo único que me importaba era la salud de Ren-san.

-¡Aoba! -gritaron llamando nuestra atención, volvimos a ver a Koujaku, Clear y Noiz llegar hasta nosotros-. ¿Qué sucedió?

-Ren hizo algo estúpido, Koujaku -mencionó algo deprimido, sentí las lágrimas correr nuevamente, me abalance sobre Noiz, el cual estaba más cerca de mí-. Aiki estuvo presente cuando lo hizo.

-¿¡En serio!?

-¿Deseas ir a tomar algo? -me propuso Noiz, a lo que solo negué, no quería irme del lado de Ren-san-. Te llevare a la cafetería de aquí.

-Deberías de ir, necesitas comer algo y descansar -menciono Aoba dándole la razón a Noiz-. Te llamare si sucede algo -asenti levemente para después comenzar a caminar hasta el primer piso junto a Noiz.

-No te preocupes, Ren estará bien -acaricio mi cabello al momento que nos sentábamos en una de las mesas de la cafetería y pedía un par de chocolates calientes-. Si lo deseas puedes volver...

-No -baje la mirada-. Quiero estar con Ren-san -la mirada de asombro de Noiz no se hacia esperar, sabia que era extraño que yo hablara, pero, si con eso podía hacer que Ren-san se salvara, seguiría hablando solamente por él.

-Ren se pondrá muy feliz -comento Noiz-. Estoy seguro que él quisiera escuchar tu voz -asenti levemente, el sonido del coil de Noiz se hizo presente, el cual respondió la llamada-. ¿Aoba?

-Ren ya despertó, podemos visitarlo, así que preguntale a Aiki si desea verlo -Noiz me volvió a ver a lo que solo asenti.

-Iremos en seguida -fue lo único que dijo para después colgar su teléfono y ambos comenzar a caminar en dirección a la habitación de Ren-san-. ¿Sucede algo? -me pregunto al ver que me quede quieta enfrente de la puerta, comencé a tratar de arreglar mi desordenado cabello, el cual pareciera que no tendría ninguna esperanza.

-No quiero que me vea así -susurré, seguramente me regañaría por estar así de desarreglada y no haber vuelto a casa a descansar, sentí algo sobre mi cabeza, volví a ver a Noiz el cual había puesto su gorro verde con negro sobre mi cabeza.

-Así no se notara tanto -agradecí nuevamente en un susurro casi audible para después entrar a la habitación, la mirada de Aoba, Clear y Koujaku se posaron en mí, camine con temor hasta cruzar la cortina y fijar mi vista en la cama, en donde estaba Ren-san con una venda en su cabeza y varias de ellas en sus brazos, además de una bolsa de suero y otra de sangre conectadas a sus muñecas.

-¿Nos pueden dejar solos? -preguntó Ren-san, los chicos asintieron para después salir de la habitación en silencio-. ¿Te encuentras bien? -me pregunto en un susurro, asenti levemente-. Lamento haber hecho eso, me di cuenta muy tarde de lo que importaba -bajo su mirada-. Me alejaré de ti si es lo que deseas...

-¡No! -grite al momento que le tomaba de la mano con fuerza, Ren-san se sorprendió-. No quiero que Ren-san me deje como lo hizo Sei-sama -comencé a llorar, el solo pensar que Ren-san me dejaría me causaba temor-. Ren-san es alguien importante para mí.

-Aiki... -susurro para después abrazarme-. Estas hablando, entonces no fue una ilusión -oculte mi rostro en su hombro, me sentía impotente.

-No quiero que Ren-san me deje -Ren-san comenzó a acariciar mi cabello.

-Esta vez haré lo correcto -menciono en un susurro-. No dejare a Aiki sola, no volveré a hacer una estupidez como esta nunca más.

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2017 ⏰

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La Última Conciencia de Sei [Dramatical Murder]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora