I•Escape

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•Aiki•

Ya perdí la cuenta de cuanto tiempo llevó aquí, desde que esos tipos me encontraron entre los escombros de la antigua Oval Tower mi vida ha sido un completo infierno, no recuerdo como era antes la luz del sol, ni mucho menos el color del cielo, ahora mi mundo era de color negro, mi único consuelo fue que me dejaron conservar el Allmate de Sei-sama.

-Ohayo Aiki-chan -ahí estaba él, Virus, junto su Allmate Hersha, él era que más me "visitaba", para lo único que le servía era para satisfacer sus deseos mundanos, ya que, no pudo conseguir a alguien llamado Aoba-. ¿Estás lista? -no respondi, hace tanto tiempo deje de hablar, ya no recuerdo como sonaba mi voz-. Así me gusta, que hagas silencio y aceptes mis órdenes -cerré los ojos para no ver el ciclo sin fin que había comenzado en el momento que desperté aquí.

Virus y Trip abusaban de mi, al principio eran los dos juntos, por lo cual el dolor era insoportable, además de que sus Allmate se les unían, la pureza que Sei-sama siempre intentó proteger ya no existe, Virus y Trip, pero sobretodo Virus, la han destruido.

Vuelvo a sentir esa invasión, Virus nuevamente estaba dentro de mi mientras trataba de estimularme tocando cada parte de mi cuerpo, yo no reaccionaba, pero aún así no parecía aburrirse de mi, de mi cuerpo, intente escapar con el poder del Scrap que me heredó Sei-sama, pero era de suponer que los líderes de Morphine fueran inmunes a él, aún así tuve una pequeña esperanza; extrañada de que algo faltaba volví a ver al otro lado de la habitación donde estaba Hersha, una anaconda de color negro, era extraño, normalmente el Allmate de Virus participa en cada acto sexual que tiene conmigo, pero ahora se ve algo diferente.

-Como siempre hoy estuviste excepcional, Aiki-chan -¿ya término? Me sorprendi por sus palabras, al parecer hoy sí pude desconectarme de lo que sucedía a mi alrededor, Virus beso mi frente para después salir de la habitación.

-Aiki... -me llamó Shuu, negué con un movimiento de cabeza, ella lo entendió, alcance un camisón negro que Virus me había dado para después dormir, estaba cansada, desearía que todo fuese un sueño.

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Un sonido hueco hizo que abriera mis ojos, observe a la única salida que existía en esa habitación, seguramente está vez era Trip, porque Virus sólo me visita una vez al día, bueno sí es que no estamos en otro día, me senté en la orilla de la cama y la puerta se abrió dejando ver a Hersha y Berta, el Allmate de Trip, un león negro.

-¿Qué hacen aquí? -pregunto la voz robótica de Shuu.

-Virus y Trip no están -mencionó Hersha mientras se retorcia en mi pierna hasta mi cuello y quitaba el collar que me había puesto Virus.

-Está es su única oportunidad de escapar -hablo la potente voz de Berta.

-¿Por qué nos ayudan? -pregunto Shuu.

-Debemos decir que ya estamos cansados, al principio era divertido, pero cuanto más seguido haces algo que te gusta te empiezas a aburrir, imagina que es comer tu platillo favorito todos los días ¿no te llegarías a odiarlo tarde o temprano? -asenti, Hersha tenía razón, pero al parecer eso no sucedía con Virus y Trip, sobretodo Virus-. Así que las ayudaremos a escapar, no sabemos cuanto durarán Virus y Trip así que será mejor que nos demos prisa -Hersha bajo de mi mientras yo me ponía de pie y comenzaba a caminar fuera de la escalofriante habitación.

Berta me guió por los pasillos de la casa hasta la salida, al abrir la puerta mis ojos se vieron impactados por la luz del sol, no recordaba que fuera tan brillante, cuando mis ojos se acostumbraron pude ver a mi alrededor, creo que está era la parte más profunda del Platinum Jail, Sei-sama me trajo una vez aquí.

-Así que es está la chica -me sorprendi al escuchar a una voz masculina frente a mi.

-Llevala al Distrito Residencial Antiguo -mencionó Hersha, el chico asintio y me guió hasta un auto de color blanco.

-Hersha, Berta, gracias -dijo Shuu antes de seguirme y los Allmate entrar a la casa, espero que estén bien.

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-Muy bien, hasta aquí te puedo dejar -dijo el chico mientras señalaba a varios edificios antiguos aparentemente, no se parecían en nada a los de Platinum Jail.

-Muchas gracias -dijo nuevamente Shuu mientras salíamos del auto y comenzamos a caminar-. Aiki, por aquí -me guió Shuu por entre la ciudad.

Hacia tanto tiempo que no sentía esto, la cálida brisa, el calor del sol, la tierra bajo mis desnudos pies, caminaba por la calles y algunas personas se me quedaban viendo, no los culpo, quién no tendría curiosidad por una chica que sólo lleva un camisón encima además de varias marcas en sus brazos y piernas, comenzamos a caminar por una calle algo solitaria, hasta que una punzada en mi estómago me hizo detenerme, me apoye en la pared, sentía que algo me estaba atravesando, mire al suelo y vi sangre, quería gritar, pero los sonidos no salían de mi boca, Shuu se dio cuenta.

-¡Aiki! -miro a todos lados, tuve que sentarme en el suelo tratando de amortiguar el dolor con mis manos-. Iré por ayuda -miro a todos lados para después dirigirse a una tienda, lo único que pude leer antes de que todo se volviera negro fue la palabra Heibon.

Imagen: Aoba

La Última Conciencia de Sei [Dramatical Murder]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora