Trust Me

Part One. {Second Season}

Moví mi cabeza graciosa otra vez mientras estiraba mis labios formando una sonrisa, escuche su risa y la forma en que se achinaron sus ojos, las pequeñas arrugas que se formaban al final de sus ojos. Me encantaba.

—Creo que los deberías llevar— opino, jugueteo con mi cabello.

—No lo creo, prefiero que veamos otra cosa.

—¿Lencería?— ronroneo en mi oído, sus brazos me rodearon por la cintura desde atrás.

—No— me ruborice.

—Oh vamos, Violett, llevamos más de tres meses juntos y no hemos hecho el amor desde que llegamos.

Y es así llevamos más de tres meses en Marruecos tratando de encontrar en mi madre, solo habíamos encontrado una de los tantos hogares que tenía Tito en este país. Hemos tratado por todos los medios de introducirnos en alguna de esas casa para buscar a mama, pero no a llegado la hora. Hasta ahora...

Caminamos hasta la habitación que arrendábamos en nuestra prolongada estadía, mi cuerpo cayo en la cama con los brazos estirados. Sentí sus manos masajear mis muslos, se podía notar que Justin estaba desesperado por un poco de acción. Le daremos al niño lo que quiere.

—Deja hacer que te sientas bien— murmuro, sus besos se esparcían por todo mi muslo.

—Estando a tu lado me haces sentir bien— confesé avergonzada.

—Oh, bebe.

Sus manos subieron por mis muslos para llegar hasta el borde de la falda, su lengua marco la línea de la falda para subir un poco con su lengua hasta centímetros de mi ropa, ya húmeda por su contacto. Eleve mis caderas para que pudiera sacar las bragas y solo quedarme con la pequeña falda color mezclilla, mi rostro se ruborizo cuando poso la tela en su nariz olfateando con sus ojos miel cerrados, sonrió.

—Tienes un exquisito olor, pensar que todo esto es mío— beso mi abdomen encima de la blusa— esto también— ronroneo cerca de mis pechos— tu eres mía— besos mis labios.

Sus manos viajaron otra vez por mis muslos ahora por la parte de atrás alcanzando mi trasero para apretarlo, sus manos quedaron allí intactas dándonos vuelva ambos para quedar a horcajadas sintiendo su excitación bajo mi sexo desnudo haciendo que la tela del pantalón rozara con mi feminidad expuesta, gemí.

—Oh, nena—sus manos volvieron apretar mi trasero.

Mis caderas se movieron de atrás hacia delante en un torturador vaivén para ambos deje de besarlo para apoyar mis labios sobre su cuello dejando suaves y pequeños besos sobre el. Baje mis manos por su pecho dejándolas en el borde de su pantalón.

—¿Recuerdas esa vez en el automóvil que me hiciste sentir bien?—asentí dudosa— podrías hacer aquello ahora.

—¡Justin! —golpee su hombro, sus labios se curvaron en una sonrisa.

 —¿Que? —dijo riendo, sus manos subieron por mi cintura debajo de la camisa.

Sus labios tocaron la zona erógena de mi cuello para atrapar un poco de piel entre sus dientes y así succionar sin dejar de aprisionar la carne pasando de ves en cuando su lengua por allí, sabía a la perfección que lo que estaba haciendo me dejaría una marca imborrable con el pasar de los días.

Dejando mi cuerpo recostado en la cama saco su camisa dejando al descubierto su torso trabajo y con algunos tatuajes, sus grandes manos se posaron en mi cintura por debajo de la camisa subiendo hasta acunar mis pechos apretando casi sin fuerza logrando que un pequeña gemido saliera de mi boca.