Part Two. {Second Season}

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{Narrador}

Con la ayuda de sus manos subieron al tejado de la pequeña casa, con silencio y precaución caminaron hasta llegar a una de las ventanas de la finca que había allí rota. Justin dejo que ,Violett pasara primero para luego pasar el y tenderle una pistola más bien servía solo para tirar un líquido parecido al ácido mientras que en el cinturón de la parte de atrás traía un Electroshock defensa personal. Al castaño le gustaba que su chica estuviera armada, quizás con eso bastaba por ahora ya que no quería que manchara sus manos como las tenía el.  

—Nos encontraremos aquí en —miro su reloj de muñeca— quince minutos princesa, ten cuidado —murmuro, dejando un beso salto con precaución.  

Con los nervios de punta ,Violett bajo de allí con ayuda de sus manos para apuntar con la pistola hacia el frente, comenzando a caminar en una pose casi despreocupada mirando hacia ambos lados procurando que no hubiera nadie oculto. En el fondo del lugar se podía ver una puerta entre abierta con la luz encendida y humo saliendo de allí, camino rápido para captar que se escuchaban risas de un hombre. Dejo su cuerpo pegado en la pared para escuchar con más claridad la conversación que ejercía el hombre.  

—Claro que si —respondió— Isabelle tiene todo en cubierto, las chicas de nacionalidad Mexicana llegaran mañana por la mañana junto a ellas —se escucho la silla sonar por un movimiento, el cuerpo de Violett se escondió tras unas grandes cajas de madera —si la perra me trae buena mercancía quizás se la de a Robert.  

Los latidos de Violett se podía escuchar a la perfección si es que alguien estuviera a su lado, estaban hablando de sus padres y la perra era su madre, la mercancía eran las chicas Mexicanas y por supuesto el que hablaba era Tito. Asomo un poco su cabeza para encontrarse con el cuerpo del hombre dándole la espalda mientras el humo se podía ver por encima de su cabeza, ella debía ver a su madre antes de que su padre la encontrara el no la merecía. El la había dejado marcharse con aquellos hombres hace trece años y no había hecho absolutamente nada hasta este momento.  

Vio como dos hombres más aparecían quedando frente a su jefe quien fumaba con tranquilidad tras haber cortado la llamada, vio como uno le daba un maletín y el otro una pequeña bolsa con un contenido verde, su mirada se dirigió a su chico quien con una mano le apuntaba unas cajas para que pudiera subir y salir por aquellas dañadas ventanas, ella solo asintió.  

Apenas los hombres desaparecieron sigilosa salió de allí para saltar casi dos metros de altura aterrizando con su pies duros para que no se fuera a romper nada. Vio a Justin caminar hacia ella con unos archivos en la mano.  

—Vamos a casa para enseñarte todo esto —levanto los archivos.  

Justin apenas llegaron a la habitación comenzó a revelar los detalles que habían en esos archivos a su chica, quien lo miraba atenta.  

—Tu madre volverá en dos días para ser exactos con dos o tres chicas de otro país. Tito obliga a tu madre a que traiga chicas para comercializarlas en el pulcro mundo de la prostitución —los ojos mieles del chico se clavaron en los pechos de su chica, humedeció sus labios para seguir hablando— lo más sucio de todo esto es que a las chicas les ofrecen un aumento de senos pero a ellas en la operación le introducen drogas y cuando se encuentran aquí les dicen que están infectadas y es ahí donde sacan la droga y las chicas quedan felices con sus pechos nuevos.  

—¿Mama los ayuda con todo eso? —atónita miro a su novio, el solo asintió— por dios que mierda de padres tengo, Señor— dejo caer su peso sobre la cama.  

—Debemos volver en dos días así tenemos más información de todo esto y denunciarlos a la policía federal, nos llevamos a tu madre y listo.  

Trust MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora