Tiempo del día de los enamorados (tercera parte)

Tiempo del día de los enamorados (octava parte)

Recuerden que para nosotras Korosensei es Koutaro :3

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Manami se revolvió una vez más entre las cobijas, inquieta ¿Habría hecho Karma lo que le pidió?

Sin poder soportarlo más tomó el celular y le mandó un mensaje.

"Lo hiciste??"

Espero durante algunos segundos que le parecieron horas con la vista fija en la pantalla del celular. El aparato vibró en sus manos sorprendiéndola y haciendo que por poco lo tire. Una vez lo tuvo de vuelta entre sus manos y seguro, abrió el mensaje que le acaba de llegar.

"Descuida, el pulpo ya tiene tus chocolates"

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7 años después...

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Manami salió de la universidad con la bata puesta y la mochila al hombro. Corrió hacia el parque dejándose llevar por la emoción y, cuando avisto a un hombre moreno a lo lejos, apresuró el paso y se lanzó hacia sus brazos. El hombre la atrapó en el aire y le dio un par de vueltas antes de permitirle regresar al suelo.

—Koutaro—le saludo con una sonrisa enredando los brazos en el cuello del contario.

—Te extrañe—espetó el hombre. Había tenido que salir del país por trabajo y recién regresaba después de estar 2 semanas lejos.

—Yo a ti—Manami le dedicó una sonrisa tímida.

Después de eso los dos comenzaron a caminar simplemente acompañados de su silencio.

Cuando tenía 17 años Manami se había atrevido a confesarse por primera vez a su antiguo profesor de la secundaria, quien ahora era un humano bajo el nombre de Shinjirou Koutaro. En esa ocasión fue rechazada bajo el argumento de la diferencia de edades. Pero ella era una chica tenaz y no desistió solo por eso. Si Hinano no se había rendido, ¿por qué ella debería de hacerlo?

A los tres meses de su primera confesión visitó nuevamente a su exprofesor, yéndose una vez más con una negativa. Y así otras 5 veces en los siguientes 3 años. Mira las ironías de la vida que, justo en el cumpleaños número 20 de Manami, Koutaro llamó a su puerta y la saludó con un pequeño anillo en mano y un "¿Quieres ser mi novia?" en la boca. Si era sincero consigo mismo la primera confesión le había estado rondando por la cabeza lo suficiente para que a la segunda tuviera unas ganas inmensas de darle el sí a la chica, pero ella aún era menor de edad*.

Llegaron a un lugar del parque donde, ellos sabían, nunca había gente, y se sentaron en la hierba fresca.

Manami suspiró. Era increíble que se siguiera sintiendo nerviosa en esa situación aun después de tantos años. Tomó su mochila y extrajo de ella una cajita roja en forma de corazón envuelta en un listón rojo y con manos temblorosas se la tendió a su novio.

—F-feliz San Valentine—dijo con un leve sonrojo y evitándole la mirada.

Koutaro tomó la cajita y la dejó a un lado para acercarse a la chica y darle un dulce y casto beso en los labios.

—Aún recuerdo la primera vez que recibí chocolates de ti, tenías 17 años y tenían trocitos de avellana.

Manami rio.

—Esa no fue la primera vez—lo miró entre apenada y divertida.

— ¿Ah no?

Ella negó.

—Fue en la secundaria—aceptó ella evitándole la mirada—. Le pedía Karma que se encargara de dártelos. Venían en una caja de corazón.

Koutaro se le quedó viendo sorprendido.

—Siempre creí que esos chocolates los había hecho Akari, porque los dejó con una foto de Aguri que decía: "Para Korosensei de mi hermana".

—Supongo que no había otra manera de que se los diera—comentó un poco triste.

—Estuvieron deliciosos—le sonrió él—. Supongo que de alguna manera ese día recibí un chocolate de las dos personas a las que más he amado en mi vida, así que estuvo bien, no deja de ser un regalo tuyo después de todo—le dijo tomando sus manos entre las propias.

—Koutaro...

—Gracias por enamorarte de mí—suspiró acariciándole el cabello y besándole la frente.

—Era inevitable.

— ¿En serio te enamoraste desde que yo era un pulpo?

—Me enamore de ti, no de tu apariencia. Aunque la verdad no me quejo—rio y él la secundó.

—De verdad, Manami—le besó las manos—, gracias por enamorarte de mí y no desistir.

Ella unió sus frentes.

—No, gracias a ti por aceptar mis torpes sentimientos.

Se miraron a los ojos y se volvieron a besar.

—Realmente te extrañe—dijeron al unísono y se echaron a reír.

—Bien, veamos que tal están los chocolates de este año—canturreó el hombre comenzando a abrir la caja de chocolates y, con una sonrisa traviesa, tomó el listón y lo amarro la su muñeca y después a la de la chica—. Unidos por siempre—rio mientras se llevaba un chocolate a la boca. El "ingrediente secreto" de este año eran moras silvestres.

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*La mayoría de edad en Japón es a los 20 años :3

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Akane:

Después de una eternidad nos acordamos de que debíamos seguir subiendo esto XD

Ese Koutaro tan lindo X3

Esa Manami tan tierna >w<

Les juro que me encantan estos dos... son una cosa súper tierna :3

Bueno, Nos estamos leyendo... Matta nee!!

Pd: Me gustan las posdatas :P

Nallely:

Como dijo Akane, si no nos ponemos a hacer esos cortos de NIF nunca nos hubiéramos acordado Jajaja, espero que les guste este capítulo de mis niños!! (si Kou-chan es un niño para mi >:3) bueno esta cosa hermosa ya va a terminar (dentro de algunos días... creo :P) nos vemos y gracias por leer~

Pd2 (Akane): Todos agradézcanle a NIF aunque no sepan qué es XD

P.D3 (Nallely): Pero se que amaran NIF y nuestros niños~ :3 asi que torturense con la espera de no saber que es NIF >:D (solo quiero ver arder el mundo :v)