Capítulo 2:
Ver la imagen
Aquella chica le recordaba demasiado a su compañero de puesto de la clase anterior. Mismo cabello rojizo, misma sonrisa, mismas pecas, mismos ojos. La única diferencia era que esta chica parecía tener el triple de confianza que Daniel. Megan resopló, no le gustaba platicar con las chicas de su edad, le ponían de mal humor, ya que siempre hablaban de cosas realmente tontas.
-Entonces, yo le dije "No, no puedes hacer eso" y él me dijo "Claro que puedo", y yo...
-Hey, detente un poco -le cortó Megan. Estaban en la clase de matemáticas, es decir, que como maestra Megan tenía a su madre, Casey. Y todo el salón ya se había dado cuenta de su gran parecido y su indudable apellido en relación con las noticias y asesinatos. La única que no le había tomado demasiada importancia a eso, fue esta chica con la que Megan se había tenido que sentar y que hablaba como si la vida le fuera en ello.
-¿Qué sucede? ¿Te perdiste? ¿Quieres que te lo cuente de nuevo? -preguntó confundida la chica.
-Emm... no, ahórrate eso. Tengo una pregunta más importante, ¿cuál era tu nombre? -verdad, esta chica jamás le había dicho cómo se llamaba, y aunque Megan tuvo que presentarse frente a la clase -cosa que le molestó muchísimo, más viniendo de su madre-, se imaginaba que ella ni siquiera había escuchado el nombre de su nueva compañera de clases.
-Danielle Cast.
Daniel y Danielle, claro, ahora Megan comprendía el parecido.
-¿Acaso eres hermana de Daniel, un chico colorín?
-Pff... -resopló Danielle-. Sí, es mi hermano. Y mellizo, ¿a que nos parecemos?
Era la versión femenina de Daniel. Pero a Megan le agradaba más el chico, al menos no la mareaba con tanto parloteo incesante.
De repente, un frío espectral acarició su oído y sonrió de medio lado, sabía a la perfección de quién se trataba.
-Megan, nos tenemos que ir, ya -le susurró Liam. Su voz denotaba nerviosismo y miedo, eso era nuevo, Liam siempre fue confiado de sí mismo y nunca dudó de algo, así que Megan sabía que había sucedido algo serio.
Levantó la mano y detuvo la clase de su madre, que la miró suspicazmente.
-¿Puedo ir al baño?
Casey sabía que Liam estaba al lado de su hija, lo sabía desde que ella tenía 8 años, y aunque conocía todos los riesgos y peligros que eso conllevaba, también sabía que algo había cambiado en él. No inmediatamente, pero si con el correr de los años en que estuvo haciéndose pasar por el "amigo imaginario" de Megan.
Liam era malo, muy malo, lo tenía en cuenta. Pero tampoco podía ignorar que antes, en vida, era un chico realmente encantador y dedicado, siempre dispuesto a hacer cualquier cosa por defenderla. Casey quería creer que con Megan estaba mostrando esa faceta amable, mas sabía que de un momento a otro el Liam que asesinó a la familia de Niall podría salir en cualquier instante. Lo que Case aún se preguntaba, era el por qué aún no salía. Parecía que el estar al lado de Megan lo tranquilizaba, lo podía sentir porque la calma en esos años era palpable.
Aun así, intentó por todos los medios posibles que Liam se alejara de su hija. Al principio fue mudándose de casa, Niall había mandado a deshacerse de todo resto del árbol quemado que hubiese quedado, incluso enviaron a Megan al psicólogo y hasta el día de hoy era medicada. Pero Liam no era una alucinación ni efecto de un trauma ni nada, era un muerto que no había querido hacer lo que hacen éstos: descansar.
De momento, no creía un peligro a Liam, al menos no para Megan, pero no podía dormir tranquila desde hace años pensando que en cualquier momento podría matar a Niall. Con ella no se atrevería, porque para que Liam al fin se fuera, era o quemar el árbol o que ella muriera, y Casey había quemado el árbol, lo que significaba que era el único obstáculo entre Liam y su fin.
ESTÁS LEYENDO
Dark Dreams
Teen Fiction**SEGUNDA PARTE DE "I Love You" Es de vital importancia que leas "I Love You" para que puedas entender. “Mamá, Liam no está muerto. No, no lo está, tienes que creerme. ¿Por qué todos piensan que él es malo? Liam es bueno, es amable y especial. No t...