Una vida diferente. [Vidas #1]

1. Lista de cosas por no hablar...

Todos hemos tenido un amor imposible. En mi caso, toda mi vida se ha basado en amores imposibles. ¿Me he enamorado?, sí. Pero solo una vez. ¿Sufrí?, claro que lo hice, pero no por eso diré que nunca me enamorarme de nuevo. El amor se trata de ser felices y aprovechar ese tiempo, sino es para ti, llegara el fin y sufrirás, pero a veces se viven más momentos felices, que lo que se dura sufriendo. Valen más lo momentos felices que los momentos tristes.

En mi caso, estoy atraída por mi jefe, pero sé que es imposible porque nunca lo he visto con una novia, es amargado, siempre anda de mal humor, y nunca se fijaría en mí. Solo soy su secretaria. ¿Quién se fija en su secretaria? No creo en eso, solo en los libros pasa. Aparte, nunca le he dado señales de que él me gusta, no soy obvia y estúpida. Si se da cuenta, sería bastante incómodo y vamos, ni que se quisiera fijar en mí. Es que es tan guapo físicamente es alto, tal vez llegue al metro ochenta, su piel es blanca, cabello negro, ojos color miel, es apuesto y hace que todas mueran por él, puede ser que me incluya, pero en estos momentos me interesa más mi futuro y mis sueños. Sueño con tener una familia, y no me importa si seré madre soltera, he investigado un poco y he visto que hay lugares que permiten adopción a solteras, solo tiene ciertos requisitos y uno de ellos es tener un trabajo estable, tengo 2 años trabajando para John y no tengo un mal ingreso la verdad, tal vez mi sueño más grande dejar de estar sola y ser madre, no como la mía, sino como hubiese querido que fueran conmigo. Aparte tenemos que vivir de realidades, y mi realidad es esta, no se fijara en mí. Nadie se fija en mí.

Por otra parte, mi vida. Mis padres no me quieren ver, mi único amigo vive en otro país. Vivo en un apartamento, soy hija única, no tengo hermanos. Toda mi familia tampoco me quiere ver. Tal vez mi manera de ser implique mucho en mi manera de convivir con las personas. En mi rostro siempre habrá una sonrisa, siempre digo la verdad de las cosas, siempre me gusta animar a las personas y por eso creen que soy una entrometida, pero no es así, solo me gusta ayudar a los demás, es mi manera de ser. Y claro, no soy una mujer que para la sociedad sea bonita, soy baja, cabello rubio y lacio, ojos color verde y piel morena. No soy 90-60-90, tengo mis curvas. Mi madre tiene los ojos chocolate y es morena, tiene cabello negro, pero mi padre es rubio, ojos verdes y es blanco. Por eso termine siendo morena y rubia, una manera curiosa de ser.

Mi trabajo, no es lo que hubiese soñado, pero es la mejor oferta que recibí, tengo mis estudios, en administración de empresas mas me ha costado increíblemente conseguir trabajo, con 24 años, no tengo la experiencia necesaria y siempre hay mucha competencia. Así que termine sentada al frente de una computadora, agendando citas, contestando el teléfono, convocando a juntas. Hago los papeleos que me pide mi jefe, todo lo que implica ser una secretaria. Y claro, con el plus de una vista preciosa a mi jefe pasar cada que entra a su oficina, ya sabes, los beneficios.

—Señorita Brown. — levanto mi vista del computador, para encontrarme conesa hermosa mirada.

—Dígame señor Harrison. — él podía derretirme con solo una mirada, es que yo no entendía porque me producía esto, porque tenía que ser así con él. Como nunca antes me había ocurrido.

—Cancele la cita con el señor Dren, voy a salir con una amiga. — saco su celular y empezó a teclear. Y claro, después se escuchó mi corazón romperse, ya sabes. Lo malo de tener enamoramientos secretos.

—Enseguida señor Harrison. — dicho eso se retiró.

Que tan importante es esa amiga, nunca cancela citas ni para ir donde su mamá. Todos los días la mamá llama y le pide que vaya a un lugar de cuyo nombre no recuero y él se niega, tal vez este enojado con su madre o algo así. O tal vez su madre sea peor que la mía. Sacudo mi cabeza y tomo el teléfono y marco el número de la empresa del señor Dren.