Una vida diferente. [Vidas #1]

4. Cambio de planes.

Alexandra:

Los días pasaban tan rápido, la nueva secretaria ya estaba instalada, yo estaba instalada en una nueva oficina y Roli estaba a una semana de vivir conmigo. El nuevo aumento de salario cayó perfectamente, había alquilado un mejor apartamento en el mismo edificio y había hecho que la habitación de Roli quedará preciosa. Estaba tan ilusionada, haber tomado esta decisión fue lo mejor, ya no solo sería yo, sería mi pequeña familia, algo que me hacía muchísima ilusión. Amaba esta nueva etapa de mi vida. La amaba demasiado.

Pronto llego la noche y decidí dormir, estaba muy cansada. Mis ojos se cerraron tan rápido como toque la cama.

Un fuerte olor llego a mi nariz, sentía que casi no podía respirar, me desperté de golpee, sonaba una alarma muy fuerte y había mucho humo en mi habitación, escuchaba muchos gritos. Me levante y agarre mi celular, eran las 2 de la mañana, me puse mis pantuflas y camine a toda prisa por mi abrigo y salí del lugar. Se estaba quemando una parte del edificio, el fuego ya estaba llegando a la parte de mi apartamento, corrí a toda prisa a donde evacuaban a las personas, logre salir viva, dejando atrás tantos años de esfuerzo, la nueva habitación de Roli, todo mi dinero invertido, dejaba tantas ilusiones y metas cumplidas. Dios, esto era muy difícil de asimilar, me sentía desorientada, como si esto no fuera creíble, detestaba todo lo que sucedía.

Tal vez pasaron pocas o muchas horas, yo solo me quede abrazada viendo como apagaban el fuego. El fuego inicio en la zona de arriba, parece que una casa dejo varias velas encendidas, yo vivía en el piso 20 de 25, así que parecía que no sobrevivió mucho de esa zona, lo había perdido todo.

—Alexandra, ¿estás bien? —oí decir a alguien detrás de mí, me voltee y era la persona menos esperada para mí.

—Señor Harrison, ¿Qué hace aquí? —peino su cabello con los dedos hacía atrás.

—Yo... yo no podía dormir y vi en la televisión que un edificio se quemaba y cuando me di cuenta que era el tuyo, yo... yo solo maneje hasta acá.

—Yo... yo no sé qué dec...— estalle en llanto, solo sentía algo duro contra mi mejilla. Sacaba todo lo que contuve por horas, viendo mi hogar quemarse, mis pertenencias, mi vida entera estaba ahí.

—¿Tienes a donde ir? —moví mi cabeza diciendo no en respuesta. —. Vamos, te llevaré a mi casa, debes estar cansada.

Me dirigió a su auto. No podía ni pensar ni razonar. Solo me deje llevar a su hogar, dirigir a una habitación, acostarme en la cama y dormir, quien sabe cuántas horas o tal vez días. Me desperté porque oí un ruido en la puerta, tocaban la puerta.

—Pase. —dije tomando asiento en la cama.

—Buenas tardes señorita, soy la señora Green, le traje de comer, sé que lleva horas sin comer nada. —era cierto, mi estómago estaba muy vacío.

—Gracias. — le dije aceptando la bandeja de comida. No había tenido la oportunidad de ver la casa, el cuarto donde estaba era bastante grande, y tenía unos colores preciosos, se notaba el lujo en todos lados. Pronto acabe mi cena, recogí los platos y salí del cuarto, en busca de la cocina para dejarlo ahí. Baje las escaleras, estas eran demasiado amplias, podríamos subir al mismo tiempo 4 personas. Llegando a bajo aparecía la sala y a mi izquierda podía ver la cocina. Camine hasta allá.

—¿Si estaba bien? —oí al señor Harrison preguntar.

—Sí, ella se veía bien. —seguí caminando a la cocina.

—Disculpen, yo venía a dejar los platos. —el señor Harrison se voltio y asintió, la señora Green tomo la bandeja vacía. —.Gracias— le dije.