Una vida diferente. [Vidas #1]

5. Llego el día.

Hoy era el gran día, el día tan esperado, las ansias eran peores. Era tanto que procesar, tener un niño tan hermoso en casa, no tener casa y vivir en casa de mi jefe que es el dueño de donde adopte a Roli, debía explicarle todo a Roli, puesto que él conocía a John, esto iba a ser una locura, esto era como un sueño incómodo, en serio. Si mis padres quisieran saber de mí, estaría donde ellos, pero como no es así, esto era un desastre, termine en una enorme casa, solitaria, era tan grande y el señor Harrison ni se sabía si estaba en ella o no, sabe cómo dar espacio.

Me aliste lo más rápido que pude, hoy era sábado así que no trabajaba, el señor Harrison me dijo que podía pedirle al señor Druny que nos llevará, pero la verdad me da demasiada vergüenza aceptar eso, con todo lo que ya ha ayudado, ya es demasiado, así que decidí irme en uber.

Pronto llegue y me sentía peor de ansiosa, tenía que terminar de firmar unos papeles y los papeles de solicitud de apellidos, no es muy rápido el trámite de apellidos, lleva su tiempo, pero no eran tan importante en estos momentos, era más importante para mí el bienestar de Roli y que logrará adaptarse rápido y sobre todo tener nuestra casa o apartamento aunque fuera.

—Bueno Roli, te vamos a extrañar mucho por acá. — le decía mientras lo abrazaba la señora Harrison, sí, la madre de John, creo que ella sabía que estaba viviendo con su hijo, ya que ahora era más preguntona sobre mí, es demasiado amable para ser mala conmigo, en serio.

—Yo también los voy a extrañar, pero le diré a mi mam... a Alexandra que vengamos a visitarte. —intento decirme mamá, limpie la lágrima que trataba de caer.

—Sí, claro, vendremos a visitar. —Sonreí. Varios niños más se acercaron a despedirse de Roli, no fueron muchos, puesto que me habían comentado que Roli era un niño un poco solitario, de su madre no sabía mucho más que era alcohólica y lo dejo acá recién nacido, como una madre era capaz de eso.

Pronto salimos de ahí y tomamos un uber para McDonl's, queríamos almorzar antes de ir a casa y poder explicarle a Roli donde viviremos, claro no hace falta decir la cara de felicidad que hizo Roli al ver el área de juegos de McDonal's. me costó traerlo devuelta a sentarse a comer y poder hablar.

—Te prometo que apenas te comas todo te dejo ir a jugar de nuevo.

—Esta bien. —me dijo bajando la cabeza y metiendo una patata en su boca.

—Te quería decir que temporalmente viviremos con el señor Harrison. —me miro con sus ojos muy brillantes.

—¿Con papá John? —dijo muy duro.

—Sí, con John, donde to vivía ocurrió un accidente y tuve que mudarme con el señor Harrison, así que viviremos temporalmente con él. —su mirada se ilumino mucho, parece que se llevaba muy bien con John.

Cuando llegamos a casa de John, Roli estaba muy impresionado de lo gigantesco que podía ser el lugar, le enseñe su habitación y se puso muy muy contento, a eso de las 6 de la tarde se quedó dormido en el sillón mientras le rascaba la espalda y veíamos una película, había jugado mucho en el McDonal's. John entro a la sala y se sentó en un sillón.

—Vaya, estaba cansado. —me dijo mirándolo.

—Sí, jugo bastante. — le dije amablemente.

—Yo quería decirte que podías tomarte la semana libre para que pases tiempo con Roli. —igual planeaba pedirla libre, pero agradezco que él se me adelantará.

—Muchas gracias señor Harrison, le agradezco mucho por lo que hace por nosotros.

—No es nada. ¿Te ayudo a subirlo a la cama? —asentí. Lo levanto con cuidado y subió las gradas, la verdad llevaba pensando como levantarlo y decirle que subiera, no creía aguantarlo y poder subir tantas escaleras. Le ayude abrir la puerta de la habitación y mover las cobijas de la cama. Una vez acostado y cobijado, procedimos a salir de la habitación, cerré con cuidado la puerta y me volteé para ir a la mía, pero el señor Harrison seguía ahí, mirándome muy intensamente.

—Gracias, señor Harrison, yo...yo iré a mi habitación. —solo asintió, aparto su mirada y se fue de ahí. A veces podía ser muy extraño.

El domingo no hubo rastro del señor Harrison, aprovechamos el sol y nos metimos a la piscina que tenía John, el lunes planeaba ir a hacer la otra parte de las compras de ropa de Roli, puesto que no había comprado mucha ropa para que él escogiera también.

Desperté a las 8 de la mañana. El señor Harrison salió temprano a trabajar. Roli estaba en su habitación durmiendo. Me duche, me vestí y salí a despertar a Roli.

—Roli, cariño despierta. — Se removió, me senté en la orilla de su cama y lo seguir despertando. Abrió sus enormes ojos verdes.

—Roli, levántate, vamos a desayunar y después vamos a comprar ropa para ti.

—Bueno—se levantó muy energético, salió corriendo. Era un niño muy energético.

—Roli, no corras en las escaleras. —le regañe. Paro y bajo más despacio. Le di de desayunar, mientras que comida movía su cabecita, se veía feliz. Después lo metí al baño y se ducho. Lo vestí y salimos en busca de ropa

Agarre la manita de Roli y empezamos a caminar a ver qué encontrábamos. Al principio no fue fácil, no sabía que le podía gustar. Al final el decidió por la ropa, yo solo lo ayude a combinarla.

—¿Te gusta salir conmigo Roli?

—Me encanta Alexandra. —me habían dicho en el orfanato que no lo forzará a decirme mamá, que ellos mismos cuando se sintieran cómodos lo harían y al Roli ser tan tímido, le costaría más.

—A mí también me gusta salir contigo—.entramos a una tienda a comer algo. Después volvimos a comprar más ropa. Roli escogió de todo; camisas de dibujos animados, pantalones de diversos colores, la mayoría de mezclilla, zapatos que combinaran con las camisas. Pronto acabamos las compramos, conseguimos bastante ropa, intente comprar unas de tallas más grande, ya saben, los niños crecen muy rápido.

—Alexandra, gracias por llevarme a comprarme cosas que me gustan.

—Con gusto mi Roli. —le sonreí.

—Ahora se la enseñaremos a papá John. Me gusta la idea de una familia contigo y John —mi corazón se aceleró, por un momento lo imagine así, pero me recordé que eso no era posible.

—Roli, sabes que John siempre será tu papa. Pero John y yo no estamos juntos. Vivir con él es solo temporal. ¿Entiendes?

—Sí, lo entiendo. Solo que quisiera que seamos una familia. — a mí también me gustaría pensé en mis adentros, deseche la idea y me centre en continuar caminando a la casa.