Recuerdo un día que fuimos al prado al que íbamos siempre yo y mi amiga cuando ella se aburría en su casa después de que termináramos de comer las galletas tan dulces de chocolate que nos daban sus padres cuando yo la acompañaba, esta vez se había traído con ella unos peluches que siempre quiso enseñarme para jugar a un juego que no me gustaba mucho, cuando llegamos nos habíamos cogido de la mano, con una sostenía los peluches que me dijo que llevase yo y con la otra nos cogíamos de la mano y ella hacía igual sosteniendo un solo osito rosa que era un poco mas pequeño que el que yo tenía en la casa de mi tía, lo recordé pero sabía que si iba por el seguramente no saldría de ahí, recuerdo que sonreíamos siempre a la vez cuando coincidían nuestras miradas por el camino, eso me hacía sentir algo extraño que bueno, no pensaba mucho en ello pero era incomodo y a la vez me encantaba lo que sentía en mi pecho cuando rozaba su piel, era una niña preciosa con los ojos de un marón muy oscuro casi tanto como el de mis ojos, su piel era blanca y suave y tenía el pelo largo y liso y hacia que su cabecita tuviera mas volumen, se llamaba Hóshita y ese nombre me transmitía sensación de paz y tranquilidad como la que se siente cuando un suave viento te golpea en la cara y lo respiras con tranquilidad, me había hecho aprender a pronunciarlo porque no sabía como pronunciarlo realmente como era.
Llegamos al prado y me senté en frente suya y casi recuerdo todo lo que nos habíamos dicho ese día
Yo-¿Y ahora qué se supone que hacemos con los peluches Hóshita?-
Hóshita-Tu serás el papá y yo la mamá ¿vale?- Me entregó un hombrecito de peluche y ella cogió los otros peluches mas pequeños y me miró con cara de que me iba a obligar a hacer algo
Hóshita-Vete a traerme hojas para hacer camitas para los niños y yo les pongo la ropita y preparo la comida- Se levantó y cogió unas flores que había cerca
Yo-Vale traeré las hojas- Me levanté y fui a por hojas, cogí unas que había caídas de un alto árbol que había cerca y volví sin prisa mirando al árbol cuya altura me asombraba, despistado andaba de espaldas tropecé con una piedra y caí golpeándome la cabeza contra otra más grande pero lisa que había cerca, en ese momento perdí el conocimiento y quedé inmóvil en el suelo, cuando Hóshita se dió cuenta de que no me levantaba se acercó a mi corriendo y me intentó despertar, se sentó cruzando las piernas y me puso la cabeza encima, me acariciaba la cara mirando al árbol cuando me desperté y en un silencio incomodo permanecía mirando su precioso rostro hasta que ella se dio cuenta y yo cerré los ojos para aparentar que seguía inconsciente y me golpeó suavemente el la mejilla
Hóshita-Se que estas despierto mirame...estaba preocupada levántate no hagas el tonto- Abrí los ojos y coincidieron nuestras miradas, enseguida me sorprendió el dolor que tenía en la cabeza y me levante alarmado poniendo mis manos donde sentía ese fuerte dolor, me apreté las manos sobre la herida que tenía y la miré de nuevo.
Yo-¡Au! ¿qué me pasó Hóshita?-
Hóshita-Eres un torpe te tropezaste con una piedrecita- Cogió la piedra con la que me había tropezado y me la tiró sin alcanzarme
Yo-¡Ay...! pues duele mucho no me llames así-
Hóshita-Eres un torpe me has asustado pensé que te había pasado algo- Miró al suelo y se levantó con lágrimas en los ojos aún mirando al suelo y se lanzó a abrazarme por el cuello llorando
Hóshita-No me asustes así tonto- Lo que sentía siempre cuando nos cogíamos de la mano o cuando coincidían nuestras miradas era ahora muchísimo más fuerte y hacía que ya no sintiera mi herida, la abracé con fuerza y cerré los ojos y le dije suave y dulcemente
Yo-No te preocupes mas estoy bien tranquila por favor- Nos separamos y se limpió las lágrimas de los ojos y me miró sonrojada
Hóshita-Eres un torpe y un tonto no me digas que no me preocupe por ti- Nos miramos directamente a los ojos y ninguno podía decir nada hasta que miré a sus manos y luego la miré otra vez a los ojos
Yo-Mejor si volvemos ya se esta haciendo tarde- Ella miró de nuevo al árbol y recogió el peluche que me había entregado y después se dirigió a donde había dejado los otros, le seguía el paso y le miré a los ojos cuando los había cogido todos
Hóshita-Toma estos- Me entregó varios peluches y cogió los otros con el brazo izquierdo, me puso la mano derecha cerca de la izquierda mía y la abrió y yo entendí lo que quería, puse los peluches que me había dado en mi brazo derecho y la cogí de la mano derecha con mi mano izquierda y caminamos hasta su casa donde dejamos los peluches sobre su cama y nos miramos a los ojos otro rato
Yo-Bueno lo pasé bien, gracias mañana jugamos a eso ¿vale?- Se acercó mucho a mi y me miró a los ojos tiernamente
Hóshita-Si Reyk- Me abrazó de nuevo y me besó en la mejilla derecha y yo me había sonrojado mucho, me puse la mano en donde me besó y la miré
Yo-Hasta mañana-
Hóshita-Hasta mañana- Me dí media vuelta y salí del cuarto, miré a sus padres que estaban besándose en los labios sin separarse ni un segundo y me asquee y salí lo mas rápido que pude sin acordarme de despedirme de ellos como siempre hacía y volví a casa donde me esperaba mi tía enojada.
ESTÁS LEYENDO
Mi maldicion llamada vida
Teen Fiction¡Hola! Me llamo Reyk y he cumplido 13 años...me doy cuenta de que el mundo no es tal y como me imaginaba que era...e aquí mi maldición aquello a lo que llaman "vida".