Esa misma noche Lucrecia salió de nuevo en busca de aquel chico, que se había salvado de ser la cena de una vampira.
Pasaron varias horas en busca del chico. Lucrecia no sabia donde buscarlo y solo siguió caminando cerca de la Torre Eiffel a ver si lo encontraba.
Al fin y al cabo Lucrecia no tuvo éxito en su búsqueda. Así que decidió marcharse rumbo al castillo de nuevo.
Pasaron varias con el mismo resultado. El chico ese no aparecía ni en pinturas.
Lucrecia todas las noches se preguntaba "¿dónde lo encuentro? ", " ¿Vivirá en Paris?", " ¿Habré visto visiones y por eso no lo mate ?"
— Me volveré loca!!!— exclama Lucrecia en voz alta. — ¿ Me habré vuelto loca? — se pregunta Lucrecia en voz alta.
— ¿Te encuentras bien?— pregunta Cordelia — Haz gritado que te escuche en mi habitación.
— Estoy bien...— responde Lucrecia — o eso creo...— dice en voz baja.
— Dime la verdad Lucrecia, sabes que puedes confiar en mi.— dice Cordelia.
— No pasa nada, todo bien.— contesta Lucrecia —¿Te puedo preguntar algo Cordelia?.
— Por supuesto, dime que pasa— Cordelia responde con cara de entusiasmo, creyendo que Lucrecia le contaría sobre algún secretó emocionante.
— ¿Crees que estoy loca?— Lucrecia dice con voz baja y pensativa.
— Jajaja! ¿Por que me preguntas algo tan ridiculo como eso?— Respondió Cordelia.
Cordelia no le hizo caso a Lucrecia y se marcho riéndose rumbo a su habitación.Lucrecia se quedo inmóvil pensando que chiste había dicho.
— Ya basta de pensar en ese chico y si estoy loca. — se dice Lucrecia así misma en voz alta.Vivir en un castillo sin salir y ajenos al mundo exterior. Cualquiera se puede volver loco.
A la mañana siguiente Lucrecia se levanto sin pensar en nada de la otra noche.
Al llegar al comedor se percata que no esta su padre.
— ¿Donde esta padre?— dice Lucrecia mirando a Zen y Coderlia que comen como si nada.
— Yo no se nada. Me levante y el no estaba. — responde Cordelia
— Salió a unos asuntos fuera de
Francia — responde Zen. Que al fin interactúa con sus hermanas. Luego de varios días de estar encerrado todo el tiempo en su escritorio.
—¿Fuera de Francia? Pero ¿para que y entonces para donde se fue? — pregunta Lucrecia.
— Eso no lo se , pero creo que se fue para Italia. — contesta Zen. — Pero da igual Vicky, si el nunca esta con nosotros. Vicky, le dice Zen de cariño a Lucrecia por su segundo nombre Victoria.
— Tienes razón, pero tampoco es que lo dejaremos en el olvido. — contesta Lucrecia.
— Bueno ¿Cuando se acuerda de nosotros? — responde Zen.
— Bueno ya es suficiente. El se fue hacer unas cosas y nosotros seguiremos comiendo y seguir nuestras vidas. — dice Cordelia callando a Zen y Lucrecia antes de que se formara una discusión.Así Zen, Cordelia y Lucrecia siguieron como si nada hubiera pasado.
Lucrecia se la paso en el castillo todo el día sin nada de que hacer. Al igual que en la noche decidió no salir y relajarse para olvidarse de el chico por lo menos una noche.
— Wow! Vicky te la haz pasado todo el día en el castillo. ¿Te sientes bien?— Dice Zen con voz burlona. Zen al igual que Lucrecia decidió salir de su escritorio por un día.
— Bueno lo mismo te puedo preguntar a ti, Zen— responde Lucrecia.
— Jajaja, es que decidí estirar las piernas un poco. Ahora responde tu, Vicky.
— Quise saber como se siente estar encerrada en cuatro paredes por un día entero. — Responde Lucrecia.
— Ah bueno, pues como te debes de haber dado cuenta, esto es un infierno. — dice Zen
— Sí, lo se y me di cuenta mas aun
hoy. — responde Lucrecia.
— Bueno te dejo, voy a mi habitación para descansar un rato. — dice Zen mientras se marcha.
Lucrecia responde con la mirada y se dirige a la sala donde se encuentra Cordelia. Con la que habla por varios minutos hasta que Cordelia decide irse a dormir.
—Buenas noches, Lucrecia— dice Cordelia con tono de media dormida.
— Buenas noches, Cordelia. — responde Lucrecia.
Y así Lucrecia se quedo sola en la sala viendo televisión. Pasaron varios minutos para que se quedara dormida completamente.