Una noche normal de Lucrecia, se topo con un chico en especifico y muy atractivo.
Lo vio con los mismo ojos que veía a los demás pero a la hora de atacar no pudo y solo se quedo frisada y el se marcho sin darse cuenta de ella. Lucrecia confundida preguntándose " ¿por que lo deje ir? , ¿que me paso?" . Luego de quedarse inmóvil por varios minutos decidió irse de nuevo al castillo.Al llegar vio a Cordelia en la sala bebiendo de un paquete de sangre; a escondidas como siempre lo hace.
Y Zen en el escritorio de su habitación , en busca de encontrar la forma de ser rey como siempre desde pequeño lo ha soñado.— Buenas noches Lucrecia, como te fue en tu aventura de siempre?? — dijo Cordelia con voz sarcástica, ya que para ella era mejor solo ir al hospital y volver y no tener ninguna relación con los humanos y su plan de cazar vampiros.
— Mejor que estar aquí encerrada en cuatro paredes como tu — contesto Lucrecia.— Bueno quiero vivir mas que tu — contesto Cordelia con tono de desagrado y se marcho a su habitación.
Lucrecia sin deseos de dormir por tener en la cabeza lo ocurrido con aquel chico de la calle... Se dirigió a su habitación y se tiro a la cama a pensar de nuevo que le había ocurrido. Tras pasar una hora de pensar lo mismo una y otra vez. Esta vez se pregunto " ¿Y como se llamara el chico? ¿ Y donde podré verlo de nuevo?".
Lucrecia no había pensado en eso , solo se había concentrado en que le había pasado. Al final de cuentas decidió dejar de pensar en un chico común y corriente he irse a dormir.A la mañana siguiente, aunque no parecía una mañana común y corriente con el sol entrando por la ventana , si no que las ventanas cerradas y el castillo oscuro por el sol.
Lucrecia se levanto como cualquier otro día. Se dirigió rumbo al comedor donde estaba Cordelia, Zen y su padre Gabriel.Su padre solo se concentraba en la realeza de los vampiros. Ya que el era uno de los fundadores y con mas voto que otro vampiro allí. El rey de los vampiros si así se puede decir se llamaba Bruce. Bruce era de carácter estricto y fuerte en su voz aun teniendo ya 3600 años de vida.
El papa de Lucrecia era el tercero al mando luego de Bruce. En segundo al mando era un vampiro de pelo rubio de nombre Alain.
Alain era joven por asi decirlo, solo tenia 2300 años. Era también de carácter fuerte pero no tanto como Bruce.— Buenos Dias, hija mía — dice el padre mientras Lucrecia se acerca a la mesa y se acomoda.
— Buenos Dias padre — contesta Lucrecia — y para ustedes también Cordelia y Zen.
Ellos contestan con un gesto de gracias en sus rostros. Y Lucrecia contesta para atrás.Luego del desayuno Lucrecia se queda hablando con Cordelia como buenas hermanas. Hasta que se aburrían y se iban cada cual por su lado.
Gabriel se había ido a atender asuntos de la realeza como todos los días. Por ello Gabriel no compartía mucho con sus 3 hijos.