Alguna vez...?

Alguna vez has vuelto a nacer?

-Pero... Recuerda esto a pesar de cualquier cosa que estés considerando: Algunas veces las más difíciles batallas no se ganan peleando.

Los ojos inteligentes de Hermione se entrecerraron en confusión, pero antes de que ella pudiera analizar lo que sea que estaba tratando de decirle, un brillante destello de luz la cegó, alumbrando todo alrededor de ella, sus pies fueron arrancados de la tierra y el mundo como ella conocía se volvió completa y absolutamente negro.

Capítulo 6: Muertos y sepultados

Domingo, 29 de septiembre, 1944.

1:11 p.m.

La Sala de los Menesteres no había cambiado. Con la excepción de que, por supuesto, no estaba nada carbonizado.

La cabeza de Hermione estaba palpitando, y se sintió vagamente como si el Expreso de Hogwarts se hubiese estrellado contra ella. A su izquierda, escuchó un nada típico gemido de parte de Draco y, a través de muchas estrellas y puntos negros en su vista, lo vio sentarse con aire atontado-Errrrr...¿Fu'cionó?

-Uhhhhmmm... dej'me ver -Harry arrastró las palabras como si simplemente lo hubieran Confundido. Inestablemente, se puso de pie algo inseguro, sus lentes colgaban torcidamente de su nariz, y caminó peligrosamente como si estuviera ebrio hasta la puerta. La abrió, casi se cayó hacia atrás en el proceso, y asomó su cabeza en el corredor- Uhhhhmmmm... ugh...

-Ahhhhhh -gimió Ginny al recostarse en el piso azul. Muy cautelosamente, se volcó sobre su estómago. Inmediatamente después de hacerlo, se cubrió la cabeza con sus brazos como si el simple acto pudiese terminar con el dolor-¡Ach!

El alivio parecido al nirvana que Hermione había sentido después de haber sido implosionada en una pequeña mancha, de viajar a través del tiempo, y del hecho de siquiera haber sobrevivido fue rápidamente reemplazado por un agudo miedo de que el viaje en el tiempo haya reducido el tamaño del cerebro de sus amigos al de un guisante. Tenía que averiguarlo-Harry, en español, por favor... -le cuestionó jadeante, haciendo una mueca al sentarse cuidadosamente- No domino muy bien el lenguaje del hombre de las cavernas.

Casi esperó que Harry le gruñera de vuelta. Sin embargo, éste le lanzó una mirada fulminante y enderezó sus lentes, su pelo estaba mucho más despeinado de lo normal. Tenía mechones estirados bastante lejos de su cabeza hacia todas las direcciones, podía pasar fácilmente por alguien a quien recientemente le cayó un rayo. Parecía que estaba a punto de dejar salir una respuesta algo cínica cuando Ron soltó un resoplido repulsivamente fuerte, se sentó sacudiéndose, y devuelta colapsó con un gemido.

Toda la situación le pareció a Hermione que era inesperadamente más divertida de lo que realmente tenía que ser. Ginny abrió los ojos muy grande al mismo tiempo en que se levantaba y quitaba sus brazos de su cabeza en el momento exacto para ver a su hermano en el acto, parecía que las mismas líneas cruzaron su mente, y rió. Eso era todo lo que Hermione necesitaba. Se rindió y empezó a reír, y Lavender y Ginny rápidamente la imitaron.

-¡Oh... Dulce Merlín! -Hermione jadeó entre ataques de risa y simultáneas punzadas de dolor- veo que no tendremos problemas... los deslumbraremos positivamente con nuestro... ¡Nuestro encanto e ingenio!

Una sonrisa astuta apareció en el rostro de Ron. Sostuvo su dedo señalándoles que esperen y, muy tarde, Hermione comprendió lo que su mejor amigo estaba a punto de hacer...

-¡Cúbranse! -bramó Harry, lanzándose en el pasillo del quinto piso en el momento en que Ron abrió la boca y dejó escapar el sonido más repulsivo que Hermione había escuchado nunca, duró unos buenos veinte segundos y era similar a una mezcla de una monstruosa rana toro y un megáfono. Ella soltó un grito y saltó al regazo de la persona más cercana cerca: Draco; Ginny escondió su cabeza entre sus manos una vez más y Lavender cubrió sus oídos gritando "¡Oh!".