Capítulo 4: La otra mitad del Medallón

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A la mañana siguiente Cedric se levantó muy temprano e inmediatamente fue a levantar a la princesa de una forma muy brusca, cuando la princesa despertó se sintió muy mal tenía mucho dolor de cabeza y estaba algo mareada pero no dijo nada.

Entonces Cedric dijo:

--ya es hora de irnos princesa. La princesa no respondió y cuando se puso de pie casi cae al suelo por lo mareada que estaba pero no cayó, porque se apoyó de un árbol, Cedric se dio cuenta se acercó y trató de ayudarla, él preguntó:

--¿estás bien?

Y ella respondió:

--no me toques.

Y él respondió:

--como quieras.

Entonces la dejó en el árbol, él se adelantó, cuando iba caminando escuchó como si alguien cayera al suelo muy fuerte, miró hacia atrás y vio a la princesa en el suelo, corrió hacia ella la tomó entres sus brazos y dijo:

--despierta, despierta.

Y ella abrió los ojos y dijo:

--me duele mucho la cabeza... entonces el tocó su frente y se dio cuenta que tenía mucha fiebre, entonces la colocó en su espalda con los brazos de la princesa rodeándole el cuello y así él comenzó a caminar, él dijo:

--trata de no dormirte.

Y ella preguntó:

--¿Por qué?

Y él respondió:

--no lo sé... pero no te duermas.

Y ella dijo:

--entonces cuéntame algo sobre ti... ¿Por qué te convertiste en ladrón?

Y él respondió:

--porque mi madre murió cuando tenía diez años (lo siento), creó que no tuve otra opción.

Y ella respondió:

--siempre hay otra opción.

Y él contestó:

--supongo que sí.

Ella dijo:

--mi padre también murió (lo siento), no hay problema... después de su muerte prometí que mi madre no volvería a sufrir como sufrió aquella vez...por esa razón debo salvarla del traicionero de Rhiannon... entonces la princesa se quejó por el dolor de cabeza. Cedric dijo:

--tranquila, primero debes curarte.

Ella contestó:

--sabes, no eres tan malo como piensas.

Y él respondió:

--tú tampoco eres tan mala como piensas, solo eres fastidiosa y algo grotesca.

Y ella respondió casi dormida:

--¿grotesca... eso es malo?

Y él respondió:

--no es malo... solo eres diferente. Y en voz muy baja dijo: "y eso me agrada"

Y ella dijo:

--me llamó Elane.

Y él respondió:

--sé como te llamas.

Entonces ella preguntó casi inconciente:

¿Por qué no me llamas por mi nombre?

Y él respondió:

--creo que prefiero decirte princesa... Elane ya se había dormido y Cedric se dio cuenta porque ella soltó las manos que estaban alrededor de su cuello, entonces gritó:

El Medallón de Plata: Luna EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora