Capítulo 6:

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Narra ______:

Luego de haber tomado apuntes de sucesos que ocurrieron antes de que naciera mi bisabuela, por fin, tocó la campanilla del descanso.

- ...y no olviden el ensayo para la próxima semana. - Dijo el profesor, y luego salió del salón.

Guardé mis cosas en mi bolso y salí del aula. Jesse, Samm y Frank me estaban esperando afuera.

- ¡Gracias! - Grité y pegué un salto para abrazar a Frank, que me había dado su entrada para el concierto de Motionless In White.

- No es nada, sólo disfruta el concierto por mí. - Me correspondió el abrazo.

- Ya, vamos afuera, luego se abrazan más. - Dijo Jesse.

Él y Samm iban tomados de la mano, y Frank y yo íbamos enganchados del brazo delante de ellos, hablando de la banda y expectativas que teníamos del concierto (que me envolvían a mí llorando como Magdalena), y cosas así. Una vez afuera, dimos un vistazo al frente y vimos una multitud de al menos unos 15 chicos y chicas con carteles. Cuando vi a Cassie mirándome, me detuve, haciendo que mis amigos también dejaran de avanzar. Cassie le hizo una señal a un chico y éste silbó, haciendo que todos levantaran sus carteles.

Lágrimas amenazaban con salir de mis ojos mientras leía, uno por uno, los mensajes de odio contra mí. ¿Qué les había hecho yo a ellos? ¡La mayoría ni siquiera me conocía!
Samm, Frank y Jesse estaban atónitos y decían cosas que, la verdad, no escuchaba porque mi mente se rehusaba a concentrarse en otra cosa más que en los carteles, que ponían cosas como: "suicidate", "estorbo", "nadie te quiere", "emo de mierda" "no debiste nacer"... entre otras cosas, cada una más cruel que la otra.
Cuando ya sentí que no podía aguantar más las ganas de llorar, me dí la vuelta y corrí a los baños.

Samm trataba de alcanzarme, pero no quería hablar con ella en ese momento.  Quería estar sola, y desaparecer.

Entré a uno de los baños individuales y lloré, tan silenciosamente como pude, no quería que nadie me escuchara.
Tomé mi bolso y busqué entre mis cosas esa pequeña cajita de listón rojo en el que guardaba mi navaja, y con manos temblorosas la tomé.

Aparté las pulseras de mis brazos y respiré hondo.

Primer corte.

Segundo.

Tercero.

Limpié la sangre tan rápido como pude, para evitar que corriera y así no manchar mi ropa o el piso. Si alguien se diera cuenta sólo empeoraría las cosas.

Salí del cubículo y me acerqué a los lavamanos.
Me enjuagé la cara con agua fría y me miré al espejo. Mi rostro estaba rojo de tanto llorar y mis ojos estaban hinchados y brillantes. Intentar disimular que estaba bien sería inútil, y tampoco tenía las fuerzas para hacerlo.
Decidí que sería mejor irme a casa.
Salí del baño, asegurándome de que mis amigos no me vieran. Ya les enviaría un mensaje luego, no quería lidiar con ellos ahora. Corrí a la entrada una vez que me aseguré de que no me veían.
No me importaba si me metía en problemas si me veía un profesor, o el mismísimo director. Sólo quería salir del maldito instituto y desear no tener que volver nunca más.

Cuando ya estaba lo suficientemente lejos, saqué mis auriculares de mi bolso y caminé lentamente, recordando todo lo que había pasado, los carteles, los gritos, los cortes. Las lágrimas caían por mis mejillas y ni siquiera intentaba detenerlas, no me importaba ya. Nadie me veía.

No sé que hice para que me odien así, pero tal vez lo merezco.
Ellos tienen razón, yo no debería estar aquí.

Iba tan encerrada en mis pensamientos que ni cuenta me di de que alguien venía corriendo hacia mí. Caí al suelo luego de sentir el fuerte impacto de alguien chocando conmigo.

Dios, que vergüenza.

- Mierda, lo siento, ¿estás bien? - Su voz se me hacía familiar, pero no lo miré. Era consciente de mi horrible aspecto, con la cara llena de lágrimas y tierra en mi cabello gracias a la caída. Me tendió la mano para ayudarme a levantar, y la tomé, procurando no mirarle en todo momento.

- ¿Te he hecho daño? ¡De verdad lo siento! No me fijé y... -
Lo interrumpí.
- Estoy bien no te preocupes. - Dije, con los ojos pegados al suelo y tratando de recordar dónde había escuchado su voz.

- Bonita camiseta. - Dijo, y entonces lo miré.

Me congelé, mi respiración se volvió algo irregular y sentía mis piernas temblar. Estaba por caer de culo al piso. Literalmente.

ES. RICKY. HORROR. OLSON.
¿ME DESMAYÉ CON LA CAÍDA Y ESTOY ALUCINANDO? ¡NO PUEDE SER!

- T-tú... - Traté de hablar, pero no lograba sacar ni una palabra decente de mi boca.

- Ricky Horror, aunque supongo que ya lo sabes. - Estiró su mano para que la tomara.

Lo miré unos instantes y me pellizqué, tal vez era un sueño, o una alucinación. Pero no desperté. Parpadeé varias veces y nada. Él estaba ahí.

Soltó una risa, dios, que perfecto es. Estreché nuestras manos y sentí que flotaba.

¡Dios mío, no me despiertes!

- ______... Pa-Parker. - Dije.

¿PAPARKER? ¡Estúpida, estás quedando en ridículo!

- Un gusto, ______, y... ¿que haces aquí?, digo... aquí, así... no así... osea... agh... ¿porqué llorabas? - No podía dejar de mirarlo. Es tan hermoso. Creo que voy a babear, ¿o estaré babeando ya?
Parpadeé pars volver a la realidad. Ni en broma le cuento por que lloraba, se burlará de mí, como todos.

- Eh... por nada importante. - Le dije. - Tengo muchas ganas de tomarme una foto contigo, pero me veo horrible, creo que esperaré hasta el viernes... - dije. Aunque creo que no le importe que esté allí, ya que no le importo a nadie, menos a él. Una fan más, una fan menos. No me recordará.

- Claro, el viernes... yo ehm, debo irme, estaba corriendo por mi vida... antes de, chocar contigo... -

- ¡¿Corriendo por tu vida?! - pregunté asustada, no quería que nada le pasara, moriría yo también. El río.

¿PORQUÉ TE RIES, PERFECTO HOMBRE?

- Le jugué una broma a los chicos, ya sabes, se enfadaron y ahora quieren matarm... - Unos gritos no dejaron que terminara. Miré en la dirección de la que provenían y casi me cago encima, ahora sí en serio.
¡Era toda la banda! ¡y Ryan Ashley!

¡Me va a dar algo!

- Creo que ya mejor me voy, si no lo hago voy a correr hacia ellos y gritaré como maldita enferma. - Dije. Rió nuevamente. Su risa es perfecta, él es perfecto, ¿Ya lo había dicho?

-Si, nos vemos el viernes, ______. - Dijo y me abrazó otra vez.
Me sonrojé y él me dió una de esas sonrisas que pueden derretir el planeta entero.

- Cla-claro, adiós, Ricky. - Me dí la vuelta conteniendo las ganas de saltar y gritar. Comenzé a caminar. Sin mirar hacia atrás o correría hacia él nuevamente para abrazarlo por siempre.

Fuerza de voluntad, fuerza de voluntad...

Llegué a casa minutos después, había estado todo el camino sonriendo, me dolía la cara pero no podía dejar de hacerlo, ¡era imposible!
Abrí la puerta y entré.
Samm y los chicos estaban ahí, esperándome. Yo sonreí aún más y me miraron extrañados. Era de esperarse, había sido un día horrible en el instituto y yo toda feliz.
Me puse a dar saltos y grité como loca. Me miraron más extrañados aún y yo reía.

- ¡NO LO VAN A CREER! - grité más que emocionada.

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anahixhorror

Only You. - Ricky Olson y Tú. (TERMINADA-CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora