Only You. - Ricky Olson y Tú. (TERMINADA-CORRIGIENDO)

Capítulo 50: Maratón 2/3

Narra Ricky:

Cuando por fin dijo las obvias palabras que quería escuchar (y también después de "golpearme"), se quedó quieta debajo de mí, tratando de controlar su agitada respiración luego de esa sesión de tortuosas cosquillas. La verdad es que disfruté mucho esos momentos en que ella rió a carcajadas. Fue muy divertido, por lo menos para mí.

Luego de unos minutos volví a ser consciente de la posición en que nos encontrábamos, así que dejé mi cuerpo caer hacia un lado, junto a ella.

- No me gustan las cosquillas. Odio las cosquillas. No sé porqué hacen que las personas se rían, es desesperante. - Dijo ella segundos después.

- Es una manera de torturar, pero camuflada, porque mientras tú te desesperas, los demás piensas que te la estás pasando excelente con un chiste que te acaban de contar. - Dije yo. Ella se golpeó la frente.

- Te seré sincera, nunca lo pensé de esa manera, y tiene bastante sentido. El cerebro me falla cada que quiere. - Dijo. Sonreí burlón en su dirección y ella me mostró la lengua en un gesto infantil.

- ¡Ahora tú debes sufrir! - Dijo y de un momento a otro, estaba tratando de hacerme cosquillas, pero no contaba con mi astucia. Realmente no es astucia, es suerte, no tengo cosquillas.

- Preciosa, no funcionará. - Dije después de un buen rato en el que ella no se rendía, y seguía buscando hacerme cosquillas.

- ¡Es muy injusto! ¡No es un juego limpio! - Reclamó.

- Nunca dije que jugaba limpio... - Iba a añadir algo más a esa frase, pero para mi sorpresa (Y VAYA SORPRESA), en un tiempo inverosímil la tenía sentada a horcajadas sobre mí, con sus piernas a cada uno de mis costados. - ¿Qué ha...? - Tampoco pude formular la pregunta, ya que se lanzó hacia mí y me besó.

Abrí desmesuradamente los ojos, mientras podía imaginar una especie de niebla envolviendo mi cerebro que poco a poco me obstruía los pensamientos. Oh, por favor, detente ahora ______ Parker. Hice lo que no debía hacer. Le seguí el beso, y tal vez con muchas más ganas de las que debería, pero no pude resistirlo, me costaba pensar racionalmente.

< No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas... > En este momento desearía que mi conciencia me repitiera esa frase para ayudarme, pero eso no sucedía. ¡¿PORQUÉ HACES ESTO, ______?! ¡¿PORQUÉ NO PUEDO DETENERLO?!

En el momento en que sentí su lengua rozar la mía perdí el casi inexistente autocontrol que me quedaba. Si aún existía algún pensamiento racional en mi cabeza, se esfumó totalmente, tan rápido como un chasquido de dedos. Una frenética danza se desarrolló entre su lengua y la mía, sintiendome totalmente incapaz de detenerla, porque se sentía condenadamente bien.
Mis manos se fueron como controladas por magnetismo a su cintura, donde la sujeté firmemente al tiempo en que ella recorría mi torso con sus manos.

< No debes, no debes, no debes, no debes... > Por fin mi conciencia hizo acto de presencia. Mis sentidos volvieron, cayendo como agua fría sobre mí, y con mucha, mucha, realmente mucha fuerza de voluntad, la volteé, haciendo que yo quedara sobre ella, y me aparté hasta caer a su lado nuevamente.

Ambos jadeabamos para volver a llenar nuestros pulmones, y sentía el corazón en los oídos, rebotando descontrolado en mi pecho.

- L-Lo siento mucho, realmente no pensé que... yo... sólo quería esperar a que sintieras algo y... - Empezó ______, luego de un rato. -  Y luego apartarme, como una pequeña venganza... pero... luego... no sé que sucedió... no pude parar... perdón. - Finalizó. "Quería esperar a que sintieras algo..." ¡Por supuesto que sentí algo, y vaya que no fue una sola sensación la que experimenté!