unknown fan

셋

YoonGi tomaba su desayuno tranquilamente sin ruidos y sin más mensajes de JiMin, se encontraba en la barra de la cocina, su café se encontraba al lado de su notebook, estaba inspirado era la décima tercer hoja que escribía en la mañana, su historia iba engordando poco a poco, y ya llegaba a las páginas finales de la primera parte. Había pasado exactamente una semana en qué Jimin, no aparecía en la vida del escritor y nada podría alegrarlo más.

° Next Day. °

JiMin: ¡YOONGI! Al fin salgo de ese horrible lugar tuve que ausentarme por problemas.... Personales.

Pero ya estoy bien.

¿No me extraño? C:

YoonGi: Ya era raro que no me hablarás.

JiMin: Perdóneme :C

YoonGi: Esta bien, no es para tanto. ¿Qué te paso?

JiMin: Ya le dije unos problemitas personales que no importan.

YoonGi: Bueno.

JiMin: Me imagino que ya ha escrito más de su libro ¿No quiere mostrarme nada?

¡Y que quede claro que hablo del libro!

YoonGi se froto la cara con ambas manos. <<ADIÓS PAZ>> pensó.
JiMin, había vuelto y parecía peor que nunca con sus ironías.

YoonGi: Sabes que no puedo hacerlo. Es por contrato.

JiMin: ¿Aunque sea un pequeño adelanto?

Una cosa de nada, ¡Hombre!

¿Una pequeña mini sinopsis?

YoonGi: Aún no puedo revelar nada.

JiMin: Esta bien.

Sabe hoy en el colegio me sancionaron por usted.

YoonGi: ¿Por mí?

JiMin: Bueno lo que pasó es que se me escapó YoonGi... Se me escapó que tengo su número.

YoonGi: ¿Cómo? ¡¡Me lo habías prometido Jimin!!

JiMin: Lo sé... Pero tranquilo no rompí mi promesa, en cuanto me pidieron que se los pase, me negué rotundamente. Ya le dije que solo lo quiero para mí, no para esas tontas que leen su libro por pura moda, no señor.

YoonGi: ¿Qué más?

JiMin: Claro así les digo a esas idiotas.. "Chicas" que solo leen su libro porque están de moda. En cambio nosotros sus lectores somos sus devotas matamos por uno de sus libros.

YoonGi: No matarás literalmente, ¿no?

JiMin: Claro que no tonto.

YoonGi: Me quedo más tranquilo. Y ¿qué paso para que te sancionaran?

JiMin: Solo las insulté no era para tanto.