Me he enamorado de la bala, de él, que dispara cada vez que sonríe.
Me he enamorado de sus gestos, de los abrazos que me da cuando más lo necesito, del calor que desprenden estos.
Y no, claro que no quiero que te vayas.
Tú que no sólo me has enseñado a ser fuerte, sino que me has enseñado a ser fuerte, sino que me has enseñado que esa siempre será mi única opción, quiero que te quedes, hoy, mañana y pasado -y pasado vuelta a empezar-. Tú que siempre ves mi lado bueno, y haces que camine a ciegas de tu mano, sé que sabes que jamás podré prometerte nada que sepa que no voy a poder cumplir o que sea mentira, pero te prometo que me has salvado de todas y cada una de mis caídas, y joder, cariño, ojalá nunca te canses de hacerlo.
Cogeme la mano, no la sueltes, el final si es necesario lo improvisamos.
Y ahora, sonríe, apunta, dispara, nunca dejes de hacerlo, y yo prometo no dejar que te vayas.
ESTÁS LEYENDO
Vida lo llaman.
RandomÚnicamente hay cosas que todos sentimos continuamente, dolor, pasión, tristeza, asfixia, amor. Todo lo que nos hace perder la cabeza y a veces por una simple mirada.