Entre al hospital luego de ese accidente, no quita el hecho de que vi a mi madre por ultima vez.
Ella tenia miedo, lo veía en sus ojos, estaba llorando. Cerré mis ojos, probablemente por última vez, por ultima vez en años. Me dormí y me desperté esto es diferente, este no era el hospital, estaba enterrado.Mis manos y mis piernas estaban atadas, no podía moverme, todo parecía un sueño, no podía moverme, hablar, nada.
-Me secuestraron -pensé - me raptaron y me secuestraron.
Trate de mover mis manos pero no podía, todo...era inútil.
-¿Mori? ¿Este es el cielo? o ¿el infierno?
Sentí voces
-¡HOLAAA! -grite- ¿¡HAY ALGUIEN AHI?!
Nadie respondió, solo murmullos,voces,llantos.
Mi cuerpo estaba tocando la tierra húmeda y fría...¿Estaba en coma? ¿Acaso era eso? No...imposible, a no ser..
Cerré mis ojos esperando a que sea solo un sueño, los apreté fuerte deseando que esto se terminara.
-por favor, por favor despierta, por favor -murmuré-
Nada, ni nadie paso. Me desperté solo, en esa tumba en la cual se encontraba mi cuerpo, pero algo en mi mente me hacia saber que estaba en coma, aun cuando no parecía ser el caso, entré en pánico...otra vez.
-¡AAAAAAAAH! ¡MIERDAAAAAA! -grité con furia- PUTA MADRE ¡DESPIERTA!
Trate de moverme pero era inútil. Las siguientes 8 horas probablemente era yo tratando de despertar de ese "sueño profundo". Lo peor de todo es que no sentía dolor, no sentía mis lágrimas, el sudor, solo sentía una brisa fria pero eso no era todo. No tenia a nadie, tampoco tenía hambre o sed, era como si estuviese en un lugar nuevo, visitando a alguien, y que aunque me ofrecieran comida yo la rechazaría, pero no siento nada y en este caso yo no visitaba a alguien, es mas, creo que me visitaban a mi. Con el tiempo entendí que a lo mejor yo estaba en receso y mi cuerpo estaba en el hospital, a veces escucho voces cerca de mi oreja y lo escucho todo, incluso confesiones. Hasta que llego ese día, la noticia mas horrible de toda mi vida.
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Mirando Hacia Abajo
HorrorJohn Court se despierta de un largo coma, y el mundo que el conocía ya no era el mismo.