Una misión de verdad

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El jefe les dijo:
-¡Quereis una misión de verdad!
Pues la tendréis.

Últimamente la policía está ocupada     con terroristas, guerras y tal y se despreocupan de otras cosas como el robo de barcos y de mercancía.

Pues bien, nos ha llegado un mensaje de nuestra sede en África (sí, tenían sede en África pero eran cuatro porque no llegaba el presupuesto para enviar a más) diciendo que asaltaban cada vez más barcos y que esto había que impedirlo que siempre era la banda de LOS BESUGOS y que cada vez se hacían más y más ricos y que tenían que parar el robo de barcos.

El jefe les dijo que habían enviado a sus mejores agentes pero que hubo un pinchazo en el transporte que los llevaba y murieron ahogados, después enviaron a los segundos pero no encontraron el barco donde estaban los ladrones y se perdieron en el océano,después a los terceros, los cuartos, y así hasta ellos.

Les dijo una última vez que se lo pensaran y vaya si se lo pensaron, tanto que cambiaron de idea porque pensaron:
-Y si se hunde el barco por el peso de Manuela.
-Y si se olvida Teodoro de donde están y se quedan en una isla desierta.

Y después Manuela pensó:
-Y si me quedo sin comer 4 horas seguidas.

Y Teodoro pensó:
-Y si tengo que aguantar a Manuela varios días a menos de 2 metros.

Bueno, que dijeron que no, pero el jefe les dijo (por fastidiar más que nada) que después de haber montado toda esta revuelta si no iban que les despedía, que lo de que se lo pensaran lo había dicho para ver que decían no porque fuera a cambiar de opinión, entonces no les quedó más remedio que ir.

Después de una semana, comenzó el viaje, lo que pasa que después de llevar un rato en el bote se dieron cuenta de que tenían un problema y gordo, ¡solo tenían...

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