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Luke rodó sus ojos mientras veía a su madre revisando su mochila. "Qué tal esto, la próxima vez que tenga drogas sólo te diré. ¿Eso haría tu vida más fácil?" Ella lo miró fríamente, continuando con su rutina de control.

Esto no era lo que ella quería hacer, Luke sabía que esto no era lo que ella quería hacer. Ella quería sentarse en su sofá y ver revistas de bodas aunque ya se hubiera casado hace más de veinte años.

Ella no quería que Luke fuera expulsado de West Hills, pero aparentemente las escuelas privadas de verdad tienen cero tolerancia. Luke siempre pensó que la 'cero tolerancia' era bastante floja en una escuela donde sus padres con mucho gusto pagaban cuarenta mil dólares al año, por diez años.

Luke estaba equivocado.

Su madre le devolvió su mochila. "Tu almuerzo está ahí, tienes todos tus libros. Por favor inténtalo, Lucas."

Algunas veces, Luke desearía ser el que tomó una sobredosis.

Michael estaba sentado en su auto, su cabeza apoyada en el volante. Estaba completamente exhausto, y no estaba listo para volver a la escuela. Sus vacaciones de invierno habían consistido en dormir, dormir, y dormir.

Mike jura que estaba en la cama antes de medianoche. Pero una notificación de tumblr apareció, y de repente eran las cuatro de la mañana.

Su madre golpeó su ventana, causando que él se sorprendiera y tocara la bocina. Ambos dieron un salto, sus corazones latiendo fuertemente.

El chico de dieciséis años bajó su ventana, mirando a su cansada madre. "¿Si?"

"¿Acaso te irás, o sólo te quedarás sentado ahí por diez minutos más?" Michael le sonrió, agitando sus oscuras pestañas. "¿Tengo otra opción?"

"No," ella dijo severamente, "Anda. Te veré en la tienda después de la escuela."

Él subió su ventana de nuevo, haciendo un puchero. Siendo hijo único, esas cosas funcionaban a veces. A veces, podía soltar una sola lágrima falsa, y sus padres lo dejarían quedarse en casa por una semana.

De todas formas, Mike le lanzó un beso a su madre antes de salir a la calle principal.

Luke cerró con fuerza la puerta del auto de su madre. Odiaba conducir con ella. Pareciera que todo lo que él hacía le molestaba.

Él le lanzó las llaves mientras cambiaban de lugar. "Era sólo un bache, mamá."

"¡Te dije todos los días que lo evitaras!" Gritó ella mientras pasaba al asiento del conductor.

Luke observó la escuela pública frente a él, era grande. Habían más niños pasando el rato en el patio que en toda su escuela privada. "Lo que sea, mamá." Empezó a caminar, sosteniendo firmemente el tirante de cuero de su mochila en sus manos.

Había todo tipo de persona en esta escuela. Cada raza, cada género, cada color de cabello, cada estilo, cada grupo. Mordió su labio e hizo sonar sus diez dedos. Pasó una mano por su cabello mientras abría la puerta de vidrio.

Michael se apresuró a entrar cuando sonó la campana final. Entró en su clase de francés casi sin aliento.

Deslizó su mochila bajo su asiento y sacó la sucia carpeta roja que ha estado usando por demasiados años. La abrió, haciendo los ejercicios ordenadamente escritos en un idioma que estaba fallando.

Han pasado tres años, y sus habilidades en francés siguen sin ser muy fuertes. Aunque, puede ordenar una pizza en francés.

Luke entró, una mirada confundida en su rostro. Abrió la puerta de la sala 209, una anciana profesora dio vuelta su cabeza, pausando su discurso a la clase.

west hills » muke {español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora