Capítulo 5. "Closer to the edge"

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Cinco de la mañana.

Despierta como todos los días, aplaza la alarma dos veces antes de sentarse en el borde de su cama, confundido, mirando a un punto en la pared.

Descalzo, se mira al espejo hasta recuperar la visibilidad que le había dejado el sueño. Agarra los pantalones del día anterior, se calza sus zapatillas para correr, desconecta su iPhone y desenreda los audífonos.

Vuelve después de hora y media, se toma una larga ducha y se sirve cereales. Revisa sus notas y, con una hora de anticipación, se dirige al aula de clases, aunque quede a sólo 10 minutos de los dormitorios. Para en la cafetería de su facultad y ordena el mismo latte que siempre ha ordenado, sacando un libro y un cuaderno de notas.

"Un flambeado. Con doble Coñac, por favor." Escucha a alguien pedir.

Alza una ceja y sonríe.

"¿Mala noche?"

Dorian rueda sus ojos y se peina con la palma de su mano, la franela mal doblada y los ojos rojizos revelan la respuesta, pero nunca está de más preguntar.

"No lo entiendo, hombre, de verdad no lo entiendo. ¿Cómo puede ser que un bebé tenga capacidad realística y de placer-displacer si no ha experimentado ninguna experiencia externa?"

"Hamn lo explicó hace dos semanas."

La sonrisa ladeada de Dorian desapareció y sus ojos azules se oscurecieron, formando una mezcla entre rabia y tristeza entre ellos.

Mierda.

"Pero yo lo puedo repetir con todo gusto, los exámenes no empiezan hasta la otra semana, en realidad, la psicología evolutiva es bastante fácil."

"Lo dice el joven tengo-el-mejor-promedio. Fácil o no, sé que Auglanier y su pictograma pueden chupar-."

"Inculto" Ríe por lo bajo mientras le hace espacio en la mesa al alcoholizado café de Dorian. "No deberías estar tomando desde las... joder. Cinco minutos para las 8."

"Costumbre. No te preocupes Li, podrías llegar media hora tarde a la clase de Riviere y aun así estaría besando tus pies."

Era gracioso, porque tenía razón. Cuando entró a la universidad de Cardiff, cuatro años atrás, imaginó que sería adorado por todos los profesores por ser responsable y pretender que escuchaba así ya entendiera el tema, hasta reírse de sus patéticas bromas. Pero la verdad era que el tema de la psicología se le hacía demasiado fácil e interesante, por lo cual, su promedio nunca había bajado de 4.7 y participaba en todos los proyectos investigativos fomentados por la universidad, lo que lo hacía el ser más adorado (y envidiado) por los docentes de su facultad.

"Pero a ti no, así que mueve ese culo".

Dorian se tambaleó un poco al pararse de repente de la silla, mientras Liam guardaba sus textos y terminaba su café, Dorian esperó pacientemente y caminaron, con uno que otro tropiezo por parte, hasta el aula, donde, obviamente Liam quedó impune de los gruñidos con saliva de Jean Riviere.

La clase pasó lentamente. O, mejor dicho, la no-clase, ya que lo único que salía de la boca de Riviere eran motivaciones lastimeras para el cierre de semestre, quejas acerca de cómo el como decano de la facultad de psicología -cosa que mencionada por enésima vez, no es que las haya contado- había que tenido que presenciar el desastre que eran los promedios ponderados del semestre pasado, y enviarlos a la dirección académica de la universidad.

"Muy bien muchachos, son libres de irse. Estudien, por el amor de Dios, estudien como si no existiera un mañana, después lo agradecerán. Recuerden pasar por el edificio 120A donde se encuentra mi oficina de decano (décima vez)."

Inmortal - ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora