-Se pondrá bien doctor?
-Es muy pronto para dar una respuesta, por lo pronto ya esta estable, sin embargo debe saber que la situación de su amigo es muy delicada.
- Entonces, doctor ?
-Debemos tener paciencia, mantener la calma.
-Es todo lo que podemos hacer?
-Es todo que usted puede hacer.El doctor se alejó por el pasillo sin decir nada más.
-Le sucede algo señor?
-No señorita, gracias.
-Por un momento me pareció que necesitaba ayuda. Está seguro de que Todo va bien?
-Sí! No se preocupe, todo va bien.
Señorita!
-Si...
Se arrepintió al instante -Perdón, ya pasó, no es nada...
-Si necesita ayuda sólo dígalo, estaré en la estación de enfermeras.El doctor apareció con la misma actitud calmada de antes. -Aún aquí, señor Luis!
-Estoy muy preocupado por Eloy.
- Lo sé, pero ya le dije que debemos tener paciencia... Esperar, es lo único que podemos hacer. -Se disponía el galeno realizar el recorrido por el largo pasillo, sólo tres pasos y...
-Espere doctor! Quiero contarle algo que me pasó hace un rato.
-Diga, le escucho.
- Le parecerá extraña la pregunta, pero quiero saber si cuando salió de la habitación de Eloy hace un rato venía alguien más con usted.
-No, usted mismo vio que estaba
Solo con su amigo.
-Ni si quiera una enfermera, camillero, otra persona...Nadie?
El doctor lo mira fijo como Buscando en el rostro de Luis Dios sabe qué. -No Luis, ya le dije que estaba sólo.
-Por qué me mira de esa manera, doctor? Sé que debe pensar que toda esta situación me esta afectando...
-No, claro que no... Es que me quedé pensando que tal vez... No tiene importancia.
-¿Qué pensó?
-No tiene importancia.
-Para mí cualquier cosa que arroje luz a esta situación es importante.
-Le haré algunas preguntas, usted solo conteste sí o no.
- Está bien.
-Cuando salí de la habitación le pareció que había alguien más?
-Ya se lo dije...
-Sí o no?!- inquirió el doctor.
-Sí
-Después que le dejé aquí, sentía la presencia de alguien?
-Sí
-Sintió que le miraba?
-Sí
Percibió la sensación de que le hablaría?
-Es extraño...
-Sí o no?
-Sí
-Lo sintió acercarse?
-Sí
- ¿Lo tocó?
-¡Si! O eso creó, no sé. Sentí el roce de una piel fría pero fue tan rápido que en verdad no estoy seguro de nada. Todo esto me tiene desesperado.
-Cálmese, no es nada raro si considera el lugar en el que nos encontramos. -Dijo esto con gran naturalidad - recuerde que está en un hospital, lo que sintió no fue más que alguien que salió de su cuerpo -En ese momento la puerta al final del pasillo se abrió con una ráfaga de viento totalmente inusual, unos leves rayos iluminaron el pasillo y la puerta se cerró estruendosamente.
-ya se fue.
-¿Cómo?
Se escucha el altavoz:
Doctor González se le solicita en la sala de cuidados intensivos, doctor González...El doctor Gonzalez le paso una tarjeta --No dude en llamar, estaré esperando-- Luego se alejo con premura y entró en la sala donde yasía Eloy
Eloy:
A pesar de que estaba deseperado por salir, cuando pasaba al lado de aquel tipo no pude evitar tocar su brazo y por un instante mirarle directamente a los ojos, el tiempo se detuvo lo justo para ver en ellos la angusta que lo invadía, tan enorme como la mía ¿Qué le pasará? Siento una lastima terrible por él , sin embargo no dejé que la compasión que me embargaba en el momento detuviera mi marcha, seguí avanzando, pero al llegar a la puerta del corredor voltié y ahí estaba ese hombre conversando con una enfermara, al parecer no se sentía bien ¡Qué sé yo! no entendi lo que decía.
Cuando se fue la mujer, pasó por allí un médico y al estar frente a mí me miró fijo a los ojos y me ofreció una leve,y casi imperseptible sonrisa que logró inquietarme muchísimo, luego lo vi convesar con el tipo aquel que cada vez se veía más angustiado.
Trataba de escuchar lo que hablaban pero fue inútil solo percibía un silbido, el tipo dijo algo y el doctor centró toda la atención en su rostro como si lo analizara, la cara de aquel individuo dibujó una expresión que inquietó al doctor tanto como para romper el silencio que se había hecho tan largo... Pude catar que el doctor preguntaba algo y el hombre le contestaba con monosilabos, aunque en ocasiones se desesperaba y trataba de explicar no sé qué cosa, pero el doctor lo interrumpía y volvían los monosílabos, al final el hombre terminó exaltándose y movía las manos bruscamente, se las ponía en la cabeza, se tapaba el rostro; el doctor le pasó una tarjeta, en ese momento una briza fría inundó el pasillo, brillantes rayos de luz atravesaron la puerta de cristal y una fuerza extraña me atraía hacia afuera.
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La Diosa del tren
Mystery / ThrillerDicen que en las frescas noches de otoño de mi ciudad tropical, en sus oscuras calles, se tejen historias, centenares de mitos. Yo no lo creía, pues como hombre de ciencia que soy no me permito creer en fantasmas, duendes, brujas o en esos persona...