─Desde que me topé con ese hombre, en aquella noche, no he podido sacarlo de mi cabeza, no dejo de pensar en él...
Era una noche común, si cabe el calificativo, caminaba por la ciudad sin rumbo fijo, con la mente hundida en un mundo de miseria, la mente flotando en el espacio... Pero desde la mañana fatídica en que mi vida cambió, nada me había afectado tanto como la presencia de aquel hombre.
Mi mañana...¡Maldita mañana! Perdí todo ¡hasta la cordura! Mi mente se sumiò en un torbellino frío, se congeló mi ser... ¡Maldita mañana! ¡Qué ser tan despreciable! ¿Cómo llamarte Dios de amor cuando permites que algo así suceda? ¡Perdón! ¡Perdón! ¿Quién soy yo para cuestionar tus designios? pero... ¿Por qué a él? Mi pequeño ángel ¡Horrible final!
─ Eva, vamos, es hora
La joven rubia de grandes ojos azules la sostuvo del brazo ayudándole a levantarse de la banqueta. El aire soplaba suave y la tibieza del sol acariciaba su cara, Eva lo agradeció infinitamente.
Levantó el rostro en dirección al cielo, cerró los ojos y la palabra gracias se escapó de sus labios evaporada en un suspiro...
en su habitación todo era penumbras y silencios, se recostó pensando que más tarde se levantaría e iría a la sala de estar a ver televisión con los demás internos de la casa de sanación, como le llamaban a la clínica de reposo donde estaba internada por desequilibrio mental y emocional.Otra vez soñó con esa mujer:
Ella se acercaba a su cama, una bruma blanca y fría la envolvía, no tiene forma corpórea pero existe, es un aroma, una sensación al tacto, un sabor a hielo. Intentó salir de la cama pero fue inútil, en vano gritó, pues no fue oída, aquella esencia fría le poseía entrando por su boca, nariz, y cada poro abierto de su ser. De pronto, desaparece la niebla blanca, el frío no es tan insoportable y la presencia de Ella se torna agradable, pero sigue sintiendo miedo.
Se mira al espejo y no ve su reflejo, es otro rostro el que le devuelve la mirada.
Sus ojos se tornaron azules, ya no hay miedo, ahora es Ella, la que siempre debió ser...
ESTÁS LEYENDO
La Diosa del tren
Mystery / ThrillerDicen que en las frescas noches de otoño de mi ciudad tropical, en sus oscuras calles, se tejen historias, centenares de mitos. Yo no lo creía, pues como hombre de ciencia que soy no me permito creer en fantasmas, duendes, brujas o en esos persona...