"Un mundo nuevo"

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Capítulo 3

Para salir del castillo Jane tuvo que tomar un pequeño atajo escondido en la biblioteca, era la única salida que no estaba vigilada, así que pudo salir nadando fácilmente a través de una d ellas grande ventanas.

Cómo iba a dar un paseo por al ciudad, cambió su aspecto temporalmente con un hechizo que aprendió hace unos días, dejó de ser la princesa Jane y se transformó  en una sirena de pelo rojo, cola morada y un top simple, Jane se sentía invisible entre tantas sirenas y tritones, nadó libremente por los rincones de la ciudadela. Se despistó un poco mirando al rededor mientras nadaba y se dió cuenta de que se había perdido.

El corazón de la princesa latió rápidamente, buscó por todos lados un rastro de vida, finalmente visualizó a lo lejos a una sirena nadando y decidió acercarse lentamente a ella para tocar su hombro

-Disculpa ¿sabes cómo llegar al centro de la ciudad?-le preguntó mientras se volteaba, se sorprendió  mucho al encontrarse con la sirena que la miraba con desprecio esta mañana-Tú...-susurró

-¿Te conozco?-dijo confundida al notar el extraño comportamiento de Jane.

-No claro que no, lamento haberte molestado-dijo apenada, la miró una vez más y logró ver un libro que sobresalía de una bolsa que llevaba colgada al hombro-¿Puedo verlo?-dijo refiriéndose al libro y acercando su mano sin esperar una respuesta, Jane quería verlo y no obtendría un no por respuesta.

-¡No!-dijo asustada y retrocedió bruscamente, esto causó que el libro se resbala y cayera al suelo, la princesa tomó ventaja de esto y lo tomó. Ella reaccionó rápidamente y lo tomó también, en unos minutos comenzaron a forcejear por el libro, la adrenalina corría rápidamente por el cuerpo de ambas sirenas. Jamás no sabía  que estaba haciendo, de repente perdió la concentración y con eso el hechizo desapareció, mostrando su verdadera imagen. La sirena contraria se quedó atónita al verla y dejó de forcejear.

-Tú....¿tienes magia?-preguntó en un tono misterioso, Jane solo asentí.

-Si, no se lo digas a nadie por favor-dijo, agarrando fuertemente un libro que no le pertenecía.

-No puedo creer que la princesita tenga magia-dijo suspirando, hizo un gesto de frustración y la miro incrédula.

-Puedo demostrarlo-dijo ofendida, ella odiaba que los demás dudaran de sus capacidades. Abrió  rápidamente el libro, la sirena de cola azul intentó detenerla con un "¡No!"de su parte, pero la pelirosa la ignoro y recito el primer hechizo que encontró . Al inicio nada pasó, pero en un instante un portal se abrió, absorbiendo pequeñas rocas, su intensidad se hacía cada vez más fuerte, ambas nadaron rápidamente para alejarse de el.
Jane se sostuvo de una roca gigante que había delante de ella, abrazándola para no ser absorbida por el portal, pero la peliazul no tuvo la misma suerte y el portal comenzó a arrastrarla.

Jane vio cómo ella tomó el libro mientras intentaba salir de la fuerte corriente que las absorbía, sintió que sus brazos se cansaban, se soltaría tarde o temprano.

En un parpadeo estaban siendo tragadas por el portal, cerraron sus ojos esperando lo peor.

Luego de ser absorbidas por el portal ambas chicas se encontraban en el mundo de los humanos, Mia conocía este mundo como la palma de sus manos ya que su madre amaba visitarlo. Habían venido al mundo humano desde siempre, ella le enseñó todo acerca de ellos. Le contó que cuando tenía 17 años creo un hechizo para descubrir si los rumores de un mundo humano eran ciertos, de todas formas estaba prohibido ir a la superficie, entonces ella creo un portal que la llevara directamente allí, después de acostumbrarse a sus piernas hizo amigos y aprendió mucho de este mundo.
Cuando visitaban aquel mundo sus colas de sirena cambiaban por piernas, la habilidad de respirar bajo el agua cambiaba a una de respirar aire y de igual forma cambiaba su aspecto a uno más "natural": su pelo abandonaba sus tonos de azul y se volvía totalmente rubio, sus ojos cambiaban a un intenso color celeste y el top de colar se transformaba en una camiseta blanca, acompañada de unos shorts y unos tenis.

Mia volteó a ver a la extraña, ella estaba sorprendida, soltó un grito al ver que su cola ya no estaba allí, luego soltó otro al ver el aspecto de la rubia, otro al tocar su cabello y verlo de color café y por último otro al ver la ropa que traía.

Mia se levantó de la arena y visualizó todo a su alrededor, estaban en una playa casi vacía "Que oportuno" pensó Mia, acto seguido dio unos pasos adelante.

-C....co..como lo haces?-le preguntó Jane sorprendida al ver que la rubia caminaba perfectamente , Mia suspiró y decidió no hacerle caso. "Ella aprenderá sola" se dijo a sí misma.

-He venido antes, apúrate va a empezar a llover-le dijo  mientras miraba el cielo- Por cierto soy Mia- dijo presentándose

-Yo Soy Jane, Jane Star-Dijo la princesa, dando el nombre y el apellido que le  habían dado los Reyes del mar.

-Sé quien eres, todos lo saben-dijo Mia rodando sus ojos, se alejo un poco más, esperando que ella la siguiera. Había dos chicos cerca de ella pero no le dio mucha importancia, aunque los humanos se sentían atraídos por la belleza de las sirenas desde hace mucho tiempo no podían ser confiados, ellos no sentían amor puro, solo era avaricia. Hace muchos años, el Rey Philip intento hacer un trato de paz con el rey Sebastián del mundo de los humanos, pero este lo traicionó y el rey Philip prohibió cualquier acercamiento a los humanos, quien lo haga sería juzgado y castigado. Siempre ha sido así, desde el inicio de los tiempos humanos y sirenas han sido "enemigos" .La rubia volteó para ver si Jane estaba bien, vio cómo tropezaba con una roca, uno de los chicos que se encontraba cerca reaccionó rápidamente y la sostuvo en sus brazos para que no cayera, Mia sintió como su pulso se aceleraba, no podía dejar que Jane dijera algo que podría poner sus identidades en riesgo, se acerco un poco a ellos para escuchar de que hablaban.

-Gracias por salvarme, soy Jane-dijo maravillada, Mía se sentía un poco seleccionada ya que no creyó que la princesa fuera tan ingenua como para hablarle a un humano.

-No hay de que, soy Jack-dijo el Chico Rubio y puso la misma sonrisa boba que tenía Jane. Finamente Mía se acercó a ellos.

-Jane vamos, llegaremos tarde para cenar-mintió y la jalo hacia ella, esta vez Jane logró mantenerse de pie-Gracias por ayudarla, es un poco torpe-dijo la rubia con una sonrisa fingida, luego volteó y llevó a Jane lejos de esos humanos.

Después de salir de ese incomodo momento encontraron a una cueva que se encontraba al fondo de la playa. Sería un lugar perfecto para esconderse .

-Hey, lamento habernos metido en esto-dijo la princesa apenada mientras veía a las débiles olas del mar

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-Hey, lamento habernos metido en esto-dijo la princesa apenada mientras veía a las débiles olas del mar.

-No importa-le respondió la contraria cortante, en su cabeza había miles de pensamientos frustrantes. Aún no tenía idea de cómo volverían a Oceanía sin provocar un escándalo.

Finalmente se recostó en la arena, Jane imitó su acto y ambas se quedaron en silencio hasta caer en un profundo sueño.
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[EDITADO]

Ocean [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora