Capitulo 1
Mike!- grite por tercera vez- amor, por favor abre la puerta.
Espere por una respuesta pero seguía sin obtenerla.
Me estaba desesperando, Mike no abría la puerta y hacia mucho que no lo veía así y la ultima vez había sido catastrófica, ambos terminamos en el hospital.
Flash back
Mikey, bebe no lo hagas- susurré desde el otro lado de la puerta - yo te amo, por favor abreme.
Ya no podía soportar mas, el silencio me estaba matando, las lágrimas inundaban mi rostro y mi cabello era un desastre.
Sabia cuales eran las intenciones de Mike, pero no podía permitirlo, el me había prometido no volver a hacerlo.
-recuerda lo que me prometiste bebe, lo recuerdas? Dime que si- trate de hablarle pero al parecer era inútil.
Me quede en silencio unos segundos, luego escuche como un cristal se rompía y seguido de esto escuche el suave click del seguro de la puerta.
Entre rápidamente encontrandome con Mike de rodillas en el suelo junto a la puerta, el espejo estaba roto, junto a el entre los pedazos de vidrio se encontraba una pequeña navaja, inmediatamente mis vista se dirigió a sus brazos y pude ver como sus muñecas sangraban.
Me acerque a el sin importarme el hecho de que me pudiera cortar con los restos del espejo, lo tome de la barbilla e hice que me mirara, sus ojos estaban inundados en lágrimas al igual que los mios.
- Mike, bebe, que has hecho- sollocé
Si dejar de mirarlo y con mi mano libre busque la pequeña navaja , cuando la tuve en mi poder solté su rostro sus ojos se dirigieron a lo que hacia con nos manos, sin dejar de mirarlo acerque la navaja a mi brazo ahora libre y la deslice lentamente.
Michael me miro aterrorizado y rápidamente me arrebato la navaja y me abrazo. Ninguno de los dos decía palabra alguna, pero no era necesario. Ambos lloramos un largo rato hasta que los chicos hicieron acto de presencia sacándonos de ahí y llevándonos al hospital pues perdíamos mucha sangre.
Ese día también perdí al pequeño fruto de nuestro amor. A nuestro bebe.
Fin flash back
Mi mente reacciono y envió todos los malos recuerdos al lugar de donde nunca debieron salir justo cuando escuche como algo caía al piso.
Me alarme por el sonido que hizo, era imposible que fuera un objeto.No, ese no pudo ser el, o si??
Empecé a patear la puerta con desesperación hasta que logre abrir un hueco en esta, (por lo menos las clases de defensa personal que he estado tomando me sirvieron de algo) me las arregle para colarme por el reducido espacio llevándome unos cuantos rasguños gracias a las astillas de madera que habían quedado sueltas, y lo que vi no fue para nada de mi agrado...