5. Cobarde.

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Miré fijamente sus ojos.
Eran un mar de sentimientos, si prestabas atención y la conocías, podrías saber qué pensaba.

Bajó los ojos, se sentía incómoda. Nunca le gustó mirar a los ojos a nadie, decía que expresaban demasiado como para confiarselos a cualquiera.
Sonrió incómoda, intentando hacerme saber que no había nada mal, solo no le gustaba. Sonreí devuelta. Yo lo sabía.

Giro su cara, mirando hacia otro lado, ensimismada en sus pensamientos. Yo seguí observandola. Era preciosa, pero nunca lo supo. Fui demasiado cobarde para hacerselo saber.

También para decirle que la quería. Y para retenerla cuando pensó que no sentía nada por ella.

Siempre fui un cobarde.

Fearlessxlovato

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