Me paseo por las habitaciones, todos duermen. Nerea, Iván, Emma, mama y papa.
Me desmaquillo, y me meto en la cama. Tengo varios mensajes suyos pidiéndome perdón y dos de Laura deseándome buenas noches. Me arropo y miro el techo cubierto de pequeñas estrellas luminosas. Me duermo.
Espero a Mario sentada a las faldas de un árbol del Retiro. A lo lejos lo veo, con su típica camiseta blanca y sus vaqueros negros. Colgada de un brazo lleva la mochila. Me levanto y me besa. Saca dos sándwiches, uno vegetal y otro de pollo. Estoy sentada entre sus piernas comiéndome el sándwich vegetal y voy a tirar los envoltorios. Cuando vuelvo veo a Mario hablando con otra chica mientras que sus manos se tocan ligeramente, a continuación él le aparta el pelo de la cara y se lo coloca detrás de la oreja. Ella le besa y el también.
Me despierto llorando, me quedo un rato en la cama sentada mientras me calmo. En la móvil marca que son las tres de la madrugada, no podría aguantar tanto tiempo despierta. Me llega un mensaje de Mario "no puedo dormir, te echo de menos" me dice a continuación un falso "te quiero". Lo dejo en visto.
Un nuevo número aparece entre mis chats. "hola" me dice. "¿Quién eres?" le pregunto. "me llamo Alex, voy a 4D, no creo que me hayas visto nunca" me responde. Nos pasamos la noche hablando del instituto, diferentes gustos y aficiones. Quedamos en vernos en el recreo.
Nos despedimos y antes de apagar mi móvil mire su foto de perfil. Estaba con una niña pequeña. Él le sonreía, y la miraba con sus ojos azul eléctrico. Mientras, ella le alborotaba su pelo rubio. Es guapo, muy guapo. Es raro que nunca lo haya visto.
"deja de espiar mi perfil y vete a la cama nena" me dice. Sonrío por el cariñoso apodo y le deseo unas buenas noches. Apago mi móvil y me vuelvo a meter en la cama.
Me abrazo y al abrir los ojos veo a Alex que me sonreía.
Los cierro y me duermo, de nuevo.