Licencia de Conducir

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Esa hermosa chica de nuevo.
Apenas si podía distinguirla, sus ojos eran azules, su mirada parecía ser bastante fría; aunque me resultaba triste verla con una expresión de melancolía
Levante mis manos, queriendo alcanzarla, pero me pedía que no lo hiciera, que no me acercara mas.
Asustada, solo se alejo cada vez mas de mi; no la culparía, después de todo, eramos un par de desconocidos. Aunque yo creía conocerla, nunca la había visto antes, ni siquiera sabia si era real o una simple fantasía...

-Adlet! Despierta!- la voz dulce de alguien que conocía muy bien, me grito en el oído con furia -no es hora de dormir!-

-ya ya, no tienes porque gritar- puse ambas manos sobre mis ojos mientras levantaba mi cabeza de la fría banca de madera, otra vez había dormido en clase, pero no era novedad

-no puedes seguir así! No podrás pasar el semestre si te sigues durmiendo! Ya tienes 18 años, se mas responsable!- me miraba con un tierno puchero, mientras me picaba la mejilla con su dedo índice

-no creo que te preocupen mis estudios, te preocupa no platicar con alguien en clase- conteste como todo un macho que se respeta, al menos así me sentía pues ya no dijo nada mas. -el hombre mas fuerte del mundo es muy inteligente- Sonreí orgulloso de mis palabras mientras mis manos se cruzaban debajo de mi pecho

-ya vas a empezar?- renegó aburrida de mis palabras -siempre dices eso cuando estas a punto de reprobar

-EH?! Eres muy cruel nashetania-

-es la verdad- dejo salir una pequeña risa burlona mientras peinaba su cabello dorado con sus manos

Nuestra platica se extendió un largo rato, solo Nashetania y yo, acompañados con la mirada asesina de Goldov, al menos en mi mente, (pues ese chico estaba en primero).
Finalmente dejamos de hablar cuando el profesor nos llamo la atención, como siempre, yo tuve la culpa y mi "querida" amiga siguió con su margen de buena conducta al 100℅
Pero en fin, así eran todos los días.
Después de la ultima clase, me escabullí de salón en salón; me ocultaba de Nashetania, de seguro me preguntaría de la estúpida licencia de conducir, no quería recogerla hoy, de seguro habría mucha gente, pero mi intento de un fin de semana sin obligaciones, se vio interrumpido cuando el "pequeño" Goldov se paro frente a mi, con sus manos cruzadas y una mirada que intimida a cualquiera.
El joven era dos cabezas mas alto que yo, su cabello y ojos eran oscuros y tenia bastante musculatura, el me había dicho que no hacia ejercicio, pero era obvio de que lo hacia... Eso o era un niño prodigio.

-no puedes escapar de tus responsabilidades Adlet!- Nashetania salio detrás de su "pequeño" amigo, sonriendo juguetona como siempre

-haga caso a lo que diga la princesa... Ella le esta prestando un lugar donde vivir- Goldov le siguió sin mover ni un dedo -de alguna forma debe pagarle~

-deja de decirme princesa! No seas tan formal Goldov- renegó molesta para mirarme tiernamente de nuevo, como si buscara una respuesta

Suspire profundamente, dando un paso hacia atrás -esta bien, si es lo que necesitas para dejarme en paz, lo haré. Haré lo necesario para que me dejes en paz~

Era cierto, Nashetania me prestaba un departamento, yo no le pagaba ni nada por el estilo, tal vez por eso me sentía atado a ser su amigo, pero aun así la quería >>puedes pagarme cuando termines tus estudios y puedas trabajar<< eso fue lo que me dijo cuando me lo mostró por primera vez, si no hubiera puesto esa condición, probablemente no lo habría aceptado.

No paso mucho rato desde que salí de la escuela, las oficinas no estaban muy lejos y Nashetania había dejado su auto para que yo me lo llevara, eso me ponía los pelos de punta, aun no manejaba muy bien.
El lugar estaba vacío, así que no tomo mucho tiempo para que me atendieran, firme algunos papeles y me hicieron algunas preguntas innecesarias. No hubo ningún problema, aunque no le agradaba mucho a la señorita que me atendió, su mirada era muy odiosa hacia mi persona, pero ese fue el único problema.

-aquí tiene señor, si tiene algún accidente que usted provoque dentro de este mes, tendré que quitarle su licencia- me entrego el pedazo de plástico mientras yo tragaba saliva y procesaba la palabra "accidente"

-muchas gracias- respondí algo cortante y salí de las oficinas tambaleando

Subí al lujoso vehículo, el hecho de que fuera un carro del año, me ponía mucho mas nervioso; mis manos temblorosas tomaron el volante mientras lo echaba a andar, acelere y todo ocurrió sin problemas.
Al transcurso del camino, trate de calmar mi respiración, revise cada espejo por seguridad, decidí no poner musica para no perder la "concentración"
Ya casi llegaba a la casa, mas bien, la mansión de Nashetania Piena y su familia adinerada, frene en un semáforo en rojo y aproveche para respirar un poco, los nervios estaban a punto de desaparecer, ya me había acostumbrado, pero aun tenia el miedo de hacerle un pequeño rasguño a esta maquina de deudas (al menos para alguien común como yo)

Fue el alto mas largo de la historia, o eso me parecía, decidí mirar a la gente cruzar frente al auto, había niños, ancianas, personas comunes sin nada especial a la vista, sin embargo mis ojos siguieron a una hermosa chica de cabello blanco, su ojo era azul cielo mientras el otro se ocultaba en un parque, llevaba ropa de colegiala y sostenía una mochila en sus manos, llevaba una enorme flor en su cabeza y un perro blanco parecido a un lobo, caminaba detrás de ella meneando su cola, acaricio su cabeza suavemente mientras caminaba al otro extremo; sonreía.
Su presencia me había paralizado por completo, ahora me sentía mas nervioso que antes~
No podía creerlo, era esa chica, la que soñaba constantemente, estaba seguro, era ella.
Ya no era consciente de mi alrededor, hasta que de repente acelere sin querer, derrapando en es asfalto, quite el pie, pero no el del acelerador, si no el del freno; cada vez me acerque a la joven quien solo abrazo quito a su perro del camino en vez de salvarse a ella misma.
Frene...
Baje la mirada aliviado, había frenado a tiempo, sujete el volante con fuerza mientras levantaba la mirada, ella ya no estaba, había desaparecido. Posiblemente había sido una ilusión. No, el perro seguía ahí, se acerco frente al auto y comenzó a ladrar y a aullar, un escalofrío recorrió mi cuerpo en ese momento, quería salir de ahí, me negaba a ver lo que al perro alertaba, sin embargo, me baje del auto y camine frente a este, con pasos lentos.
Ahí estaba, tirada en el suelo, inconsciente, respiraba con dificultad y de sus labios salían sonidos de dolor, había algo de Sangre en su cabeza.
Retrocedí un paso con ambas manos en mi boca, me sentía fatal, había cometido un terrible error

-llamen a una ambulancia por favor!- grite desesperado, era lo único que pensé, si la movía podía lastimarla mas, si la llevaba en el auto de Nashetania, tampoco era buena idea. El hombre mas fuerte del mundo, estaba en problemas

Había atropellado a la chica que veía en mis sueños.

Los Accidentes No Existen (Adlet x Fremy) Rokka No YuushaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora