Halo: La historia de un Spartan.

5. Casi nos la cargamos llendo a una misión de reconocimiento en Los Ángeles.

Bueno, y así somos los que quedamos. Por tanto fuimos a una misión para conseguir información y no volamos Los Ángeles del mapa de milagro. ¿Por qué a LA? Porque había una central covenant en un casino y podríamos sacar información. Pero no contábamos con la nave dirigida por satélite que protegía el casino. Bueno al grano, ahí estábamos, el jefe con un rifle de asalto y una pistola, el inquisidor con un rifle tormenta y una carabina covenant, básicamente, armas moradas que disparan láser verde, Sarah con el rifle también y una escopeta y yo con un subfusil (como una metralleta pero más pequeña) y un MTG (un francotirador más pequeño y de menos alcance, ideal para el campo e batalla) y primero fuimos haciendo reconocimiento del lugar y descubrimos que era un lugar de reunión para covenant. Casi todos iban armados, por cierto, excepto unos pocos que eran pacifistas.
-Lanzaremos el ataque desde arriba.-dijo el jefe.
Total, que subimos al techo y entoces vino la nave. Os pondríais locos si la vieseis. Descripción: gigantesca, con un cañón delantero enorme y más cañones laterales. Lo único bueno. Que un brute (como un gorila y un humano mezclados, no tiene pelo) cayó y murió abriendo una fisura en el techo como Lil Jon en el vídeo del turn down for what (lo habréis visto seguro, es de hace del 2014 y estamos en el 2075, es sólo de hace 60 años y es muy popular, la escucha todo el mundo, incluso yo, un soldado de la UNSC). Total, que nos abrió una fisura a lo turn down for what y entramos ahí de milagro. Se quedaron con una cara de asombro, jajajajajaja. Hubo tres hippis que se desmayaron al ver las armas, ¡por Dios, pero si están rodeados de compatriotas suyos con armas! Bueno, y ahí empezó la fiesta. Nos ocultamos tras estas máquinas de dinero y comenzaron a disparar. Lo peor, para ellos, pero también para nosotros. Dos hunters (bestiajos gigantes y blindados excepto en la espalda y parte de la cabeza) reventaron tres mesas de un disparo cada uno, y eran de 10 metros de longitud, pero claro, con esa especie de bazooka que tienen en su mano es totalmente normal. E inmediatamente explotaron tres minas en frente de ellos y, por supuesto, reventaron (asqueroso). Pero los demás comenzaron a disparar y nosotros también, total, se armó un caos enorme. Bichos raros corriendo por todos lados ruidos de disparos y muertes por todos lados, totalmente normal en un casino de Los Ángeles.
-Disparad a bocajarro, sin piedad.-Oí decirles.
Y el jefe dijo:
-Preparad las granadas, chicos, me parece que van a salir volando por los aires.
-Ok.-dijimos.
Así que lanzamos las granadas, con lo cual después sólo quedaban diez. Ahí salimos al ataque y pronto no quedó nada de ellos. Y entonces apareció la nave, pero apareció tal vez por suerte, tal vez no, un cañón antiaéreo que usamos para derribarla. Pero apareció el problema de que intentaba derribar el casino sobre nosotros, así que tardamos un total de 30 minutos y 125 disparos en derribarla. Cansino, pero la derribamos. La misión había sido un desastre. Sólo oímos que el anillo estaba en Dandoran y que se preparaban para ese viaje tan especial según sus creencias. Pero iban a reventar el universo. Entonces apareció un tanque Scarat (tanques a cuatro patas que tienen un cañón como el de los hunters, pero diez veces más grandes en la parte delantera, torretas a los laterales, pilotado por varios brutes y protegidos por los grunts, por cierto es enorme). Los grunts son bichos muy bajitos, armados con pistolas de plasma, aguijoneadores y bazookas, los peligrosos son los que tienen bazookas y los suicidas. Nos subimos al tanque por las patas y lo reventamos en poco tiempo, es fácil, cuando subes la única dificultad son el covenant y se tardan poco en matar. Con lo cual, lo reventamos y salimos de ahí transmitiendo la poca información a la base y fuimos a nuestro siguiente destino.