Epilogo

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Corría rápidamente como si su vida dependiera de eso. Iba retrasado por diez minutos y cinco segundos... seis, siete...En fin, debía abstenerse a los regaños de SungGyu, no ha estado de buen humor en estos días, así que no era conveniente ni hacerlo enojar, ni hacer enojar a su mayor. Abriendo lentamente la puerta de la sala de ensayos, y sin llamar la atención entro, pero fue traicionado por el chirrido de esa puerta oxidada. Genial, el de ojos pequeños fue el primero en visualizarlo.

-Buenas noches, sungjong-ah -trato de bromear. SungJong trato de poner mi mejor sonrisa, pero ni con eso se libró de la reprimenda.

-Ya déjalo, hyung. Nuestro jongie no ha estado sintiéndose bien últimamente -salto Woohyun a su rescate. El único que se atrevió a hacerlo ya que los demás estaban en sus asuntos, sobre todo el myungyeol.

-Aigoo, ¡no me desautorices frente a los niños, Woohyun! -se quejó SungGyu recibiendo carcajadas por parte de sus menores. A veces llegaba a ser tierno, solo si su pareja estaba cerca.

-Mamá, papá por favor paren, ¿sí? -bromeó el menor y ellos se quedaron en silencio, pero no por mucho.

-Mamá de SungJong, ya oíste a tu hijo -dijo Woohyun haciendo que su hyung abra sus pequeño ojos.

-¡Yah! -lo tomó del cuello- Detente.

Si, así actuaba su gran líder.

La mañana pasó rápidamente. Infinite tendría una sesión de fotos por la tarde y por esa razón se encontraban en Red Carpet. Cada uno bajo de la van, sungjong fue el último en salir. Notando lo entusiasmados que estaban los mayores comparado a unas semanas atrás "Cuando ella estaba con nosotros" Sungjong suspiró, aún recordaba el día en que desapareció, no entendía porque, pero era el único que no dormía, vio a los chicos en el piso, quizás bajo un poder o algo, pero él continuaba sin poder moverse. Cerró sus ojos, al instante sintiendo un cálido tacto sobre su rostro. Lo reconocía, por supuesto que lo hizo.

-Hey, Jongie. -la voz de Myung lo saco de pensamientos- ¿Estás bien? Te veo muy distraído.

-Si, no te preocupes hyung. -sonrió y antes de que siguiera su interrogatorio. Sungjong se levantó- Voy al baño.

Lo vio asentir y desapareció de ahí. Al menos no fue todo mentira, al estar en el baño mojó un poco su rostro, recordando las últimas palabras del ángel convertido en humano: "Sarang, tiene una oportunidad" pero, no fue capaz de escuchar su respuesta ya que solo en ese momento sintió desfallecer. Inconscientemente golpeó la pared, mordiendo mi labio inferior para aguantar el dolor.

-Te extraño, Sarang -las lágrimas no tardaron en aparecer, no sabía lo que ella significaba para él hasta que despertó y no la vio a su lado.

Porque cuando recobró la consciencia, todos habían sido trasladados al hospital. Los únicos ahí eran el CEO y su mánager. Según ellos, un vagabundo los encontró durmiendo sobre el pavimento. Por días intentó que sus mayores recordarán, pero fue inútil. Lo amenazaron en enviarlo al psiquiatra si seguía insistiendo. No quedó ni un sólo rastro de ella en su departamento.

Era como si Sarang nunca hubiese estado con ellos.

-Sungjong, ¿quieres comer algo? Hyung lo comprará por ti -dijo Hoya hyung.

-Gracias hyung quizás después. -contesto. No quería preocuparlos, pero no conseguía fingir del todo su mal humor. Sabía que Sarang en algún momento volvería a él. Lo prometió. Y sungjong cree en ella.

Por un momento se sintió sofocado al tener la atenta mirada de sus mayores sobre él. Decidió salir.

-Iré por un café. -anunció, valiéndole poco si escuchaban o no.

1004 (Ángel) [INFINITE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora