Capítulo 1

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Abro los ojos, hay sangre mucha sangre... cuerpos mutilados, lastimados, torturados y cubiertos de ese líquido rojizo que brota de ellos. Me siento mareada y veo en mis manos armas y en mis piernas cuchillos de lanzar. Dejo caer las armas de mis manos las cuales están envueltas en sangre al igual que mi ropa. Camino por los solitarios pasillos contemplando la masacre, toda la sangre, el dolor de los agonizantes... Siento como lágrimas recorren mi rostro mientras pienso ¿Que hice? ¿Que pasó? La respuesta estaba clara, me había vuelto una asesina. Puede que la más temida pero para mi sorpresa no sentí ninguna culpabilidad sino al contrario me gustó y empecé a sonreír. Había cambiado, ya no era esa niña inocente que huía de los que la lastimaban, tras varios años me convertí en la asesina a la que todos temen, empezó a gustarme cada vez más la sangre y la muerte con cada asesinato que cometía. Ya me acostumbré a vivir rodeada de dolor, muerte, tortura y sangre y me gustaba. No sentía ningún remordimiento, me gustaba matar lentamente, torturandolos hasta hacerlos suplicar y gritar de dolor. Pero muy en mi fondo añoraba la vida de una persona normal, en cierto modo añoraba mi vida, poder formar una familia y amar a alguien; pero no podría vivir una vida normal, me convertí en una asesina y sabía que no cambiaría con lo cual no podría llevar una vida normal. Eso me entristecia pero no me importaba; me gustaba mi vida, me gustaba matar, disfrutaba con los gritos y la agonía de las torturas, me gustaba ver la sangre correr en el cuerpo de las víctimas que perdían sus vidas en mis manos. Seguí caminando por los pasillos hasta llegar a la salida. Al salir, la oscuridad de la noche me cubría, las calles estaban solitarias, lo cual era bueno porque evitaría situación incómodas y preguntas a las que no sabría que responder. Camine por las silenciosas calles, la brisa del aire se colaba por las roturas de mi ropa y refrescan mi piel ensangrentada. Mientras caminaba hasta donde estaba mi moto aparcada, pensaba intentando recordar lo que había sucedido en aquel lugar. Entonces algo me sacó de mis pensamientos. Al llegar a mi moto escuché una voz que hizo que un escalofrío me recorriera la espalda. Me di la vuelta y entonces lo vi

Personalidad ConfusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora