Capítulo 4

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Era ya de noche, me fui a la cama pero no podía dormir; sólo pensaba en quien podía haberme mandado esa nota. Intenté dormir cuando de repente escuche un ruido en el salón. Cogí el cuchillo de mi mesita, me lo acomodé en la cintura con el cinturón que llevaba los demás cuchillos. Bajé silenciosamente y vi a un hombre removiendo las cosas guardadas en la mesa, entró en la cocina y me acerqué sigilosamente para ver quien era el hombre que estaba husmeando en mis cosas. Me escondí tras el marco de la puerta y me asomé ligeramente. De repente vi un filo de sangre en mi mejilla y un cuchillo en la pared. Me había visto, di varios pasos hacia atrás y me puse con cuchillos en las manos dispuesta a atacar. El hombre misterioso se dió la vuelta dispuesto a atacarme y pude reconocerlo. Salté para esquivar otro cuchillo y intentaba salir de mi sorpresa. Lancé un cuchillo el cual le alcanzó el brazo y le hizo un corte. La sangre fue visible en la manga de su camisa, y aproveché que se distrajo con la herida de su brazo para cogerlo del otro brazo por detrás y someterlo bajo mi fuerza. Cuando lo tenía en el suelo bajo mi cintura, intenté averiguar sus intenciones.

-¿Que haces aquí? ¿Porque has venido?-

-No tengo porque responderte!!-

Entonces hice más presión sobre su brazo.

-Creo que no estás en posición de elegir-

Apreté más su brazo, ya que se negaba a hablar. Empezó a gritar y a suplicar.

-Vale vale! Te diré todo pero suéltame!!-

-¿Cómo puedo estar segura de que no me mientes?-

-Te lo voy a contar todo no? Eso no te vale?-

-Mmm no se, ¿Cómo se yo que si te suelto no huirás?-

-Te juro que no me iré por favor suéltame!!-

Veía el dolor en sus ojos por esa razon lo solté y con audaz rapidez cerré todos los pestillos de puertas y ventanas para que no huyera. Me senté en frente suyo y me empezó a contar.

-Días antes de que se formara la matanza de aquel día, entró mi hermana para entrenarse conmigo. Ella aún era novata cuando aquel día se formaron las peleas y todas esas muertes. Yo la guiaba y la protegía, pero la dejé sola un momento, y se le ocurrió enfrentarse a ti.... y tú la mataste sin compasión-

-Yo no tuve la culpa, era matar o morir, para salir tenía que enfrentarme a todos y no sabía que era novata-

-Bueno eso da igual, tu la mataste y he venido a vengarme-

Personalidad ConfusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora